El daño económico por fraudes en las empresas ascendió a 18 mil 200 millones de pesos en 2009, monto 55 por ciento mayor al previsto un año antes, en tanto ocho de cada 10 compañías que operan en el país han padecido al menos un fraude en los últimos 12 meses, reveló la encuesta de fraude en México 2010, realizada por la firma multidisciplinaria de servicios de auditoría, impuestos y asesoría KPMG.

Con 75 por ciento, México se coloca en el primer lugar de América Latina por las incidencias de fraude en las empresas, seguido de Brasil con 68 por ciento, Argentina con 41, Chile con 31 por ciento, igual que Uruguay.

Según el estudio, presentado ayer por especialistas de la consultora internacional, los delitos de cuello blanco cometidos mediante la manipulación de los estados financieros de las empresas fueron los que ocasionaron mayores daños.

La crisis económica, apuntaron, ha potenciado los riesgos de fraudes que enfrentan las compañías en México, y se espera un incremento de este y el próximo año.

Se prevé una fuerte incidencia (de fraudes) hacia adelante, porque las compañías perciben que el ambiente en el que están operando no está cambiando drásticamente; la situación económica no mejora y perciben que las presiones para propiciar fraudes se mantendrán, apuntó Arturo del Castillo, gerente de la práctica forense de KPMG en México.

Apegado a los resultados de la encuesta, el especialista indicó que en 2008 sólo 13 por ciento de las empresas que participaron en el ejercicio de aquel año percibían un mayor riesgo de padecer un fraude en los próximos 12 meses, en tanto en el estudio realizado en febrero y marzo de 2010 esa proporción se elevó a 52 por ciento.

Shelley Hayes, miembro del Comité Internacional en investigaciones de fraude de la consultora global, señaló que los datos obtenidos indican que el tipo de fraude más frecuente en las empresas que operan en México es el de malversación de activos, también conocido como robo hormiga.

Sin embargo, agregó, los fraudes que mayor daño están causando a las empresas afectadas son en los estados financieros. Esto nos revela una situación urgente de control y supervisión sobre los mandos directivos de las empresas, porque los fraudes en estados financieros necesariamente requieren de la participación de altos directivos.

Arturo del Castillo consideró que los resultados de la encuesta muestran una realidad preocupante, ya que los fraudes que mayor daño causan a las empresas son cometidos por aquellos que tienen bajo su mando la custodia de la compañía y, por ende, tienen mayor acceso a los recursos de las empresas para protegerlos y maximizarlos.

La información financiera falsa o manipulada tuvo una incidencia de 10 por ciento entre los seis tipos de fraudes identificados en la encuesta. Pero el daño económico infringido a los corporativos representó 70 por ciento del total; es decir, 12 mil 740 millones de pesos.

En contraste, la malversación de fondos concentró 43 por ciento de las incidencias, pero el daño económico implicó a 13 por ciento del total; mientras los fraudes relacionados con compras representaron 5 por ciento del quebranto global, una proporción similar a los quebrantos relacionados con ventas. Los fraudes con marcas o patentes ocasionaron 4 por ciento del quebranto, y los cibernéticos, 3 por ciento.