“No quiero responderle a (Ángel) Comizzo. No me interesa lo que dijo. Pero si lo hizo, también díganle: ‘oiga, y la trampa de dejar el pasto así, ¿es suya o de la directiva? ¿Se vale eso?’

Cómo quiere que juegue el América como tal si le deja el pasto de ese tamaño, en el que no se puede jugar. La siguiente vez le pondrá piedras. En fin, son recursos que yo no permitiría en México y hablo por el futbol mexicano.

Esta fue la reacción de Manuel Lapuente, técnico de las Águilas, a la crítica de su colega del Querétaro –quien comentó que tantos millones gastados por los de Coapa para jugar como lo hicieron el domingo–, y por lo crecido que estaba el césped en el estadio La Corregidora.

Lapuente recordó que había dos comisionados en el estadio. Se acercó a ellos y les dije: ¿esta cancha se vale?, porque “para restarnos velocidad y control de pelota, y jugar por el suelo, te dejan la cancha de 20 centímetros.

Esto lo pasan a muchos lugares del mundo, y qué imagen damos cuando un equipo deja con toda mala intención el campo así para que el rival no juegue.

Aseguró que los comisarios le respondieron: eso lo vimos desde el principio, por lo que él esperaba que lo consignen.

En la rueda de prensa ofrecida ayer en las instalaciones de Coapa, Lapuente abundó: Es una pequeña trampa. Entonces había que jugar inclusive con ella.

Y lo resintieron: “el Rolfi (Daniel Montenegro) se tropezó dos veces con la pelota, Vicente (Sánchez) no atinaba a hacer su futbol porque el balón no corría, y había que jugar por arriba. Eso no es conveniente para nuestro balompié y había que estar pendientes: se afecta al que juega mejor”.

–¿Tuvo que modificar el planteamiento por las condiciones de la cancha?, se le preguntó.

–Sin duda –respondió, y recordó que cuando estaba al frente de la selección le ocurrió lo mismo en un partido amistoso contra Noruega.

Por otro lado, aclaró que lo de defender como el Inter y atacar como el Barcelona fue sólo un ejemplo que puso de lo que pretende en el América.

Respecto de su siguiente rival, confesó que siempre tendrá un sentimiento especial por Necaxa, pero hay que ganar ahora. Confió que cuando dirigía a los Rayos veíamos al América con rencor y por mucho tiempo mantuvieron una hegemonía sobre ellos.