defensa del carácter judío del paísFoto Ap
Lunes 16 de agosto de 2010, p. 28
Jerusalén, 15 de agosto. Israel comenzó hoy la remoción del muro de concreto de 600 metros de largo que instaló hace nueve años en las afueras del barrio de Gilo, en el sur de Jerusalén, a causa de los reiterados ataques y disparos desde la aldea palestina de Beit Jalla, al otro lado de la frontera.
La acción tuvo lugar después que el ejército concluyó que ya no existe la amenaza de casi una década de francotiradores y de fuego de mortero contra residentes israelíes en el vecindario.
Soldados y trabajadores empezaron a retirar 800 segmentos de concreto que cubrían cerca de 600 metros a lo largo de una colina en Gilo frente a Beit Jalla, que se encuentra a un lado de Belén y está bajo control de la Autoridad Nacional Palestina (ANP); el desmantelamiento concluirá en dos semanas.
Israel erigió el muro en 2002 después de una serie de ataques casi diarios de francotiradores y morteros contra el vecindario israelí de 30 mil residentes durante la segunda intifada que se desató en 2000.
Además del muro de concreto, el municipio de Jerusalén instaló cientos de ventanas blindadas en decenas de departamentos y casas que daban hacia donde se ubicaban los francotiradores.
Acuerdos posteriores entre las dos partes a nivel político, municipal, militar y táctico sirvieron para disminuir las tensiones, lo que condujo a la decisión de retirar el muro.
El muro de Gilo no es parte de la Barrera de Seguridad
oficial que está cerca, es más alta y vigilada electrónicamente.
Gilo fue establecido después de la Guerra de 1967 y se localiza sobre las líneas de cese al fuego. Israel sostiene que el vecindario es una parte integrante de Jerusalén, al que considera como su capital, y que es un territorio comprado a los árabes décadas antes. Sin embargo, los palestinos y la comunidad internacional señalan que es un territorio ocupado.
Por su parte, Sara Netanyahu, la esposa del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, pidió al ministro del Interior, Elie Yishai, que no expulse a unos 400 hijos de indocumentados, a pesar que el gobierno autorizó la medida.
Como sicóloga, empleada en el servicio público y madre de dos hijos, le imploro ejercer su autoridad para permitir que la mayoría de esos 400 niños se queden en Israel
, escribió Sara Netanyahu al ministro.
Yishai, jefe del partido ultraortodoxo Shass, rechazó su petición en nombre de la defensa del carácter judío del país
, amenazado, según él, por la inmigración clandestina, precisó la prensa.
Varios miles de israelíes, entre ellos Aliza Olmert, la esposa del ex primer ministro Ehud Olmert, se manifestaron el sábado por la noche en Tel Aviv contra la expulsión de los niños.
El gobierno decidió el pasado 1o. de agosto expulsar a casi 400 hijos de inmigrantes indocumentados, pero autorizó que otros 800 se quedaran en el país.