La inversión desde 2000 no se corresponde con los logros deportivos
Domingo 15 de agosto de 2010, p. a16
Madrid, 14 de agosto. Desde que Florentino Pérez asumió el cargo de presidente del Real Madrid, en el 2000, la entidad blanca ha invertido mil millones de euros en fichajes, gasto que no ha correspondido con los éxitos deportivos.
Lo primero que hizo Pérez fue fichar al entonces capitán del Barcelona, Luis Figo, por 61.7 millones de euros; luego le seguirían el brasileño Ronaldo, que costó 45 millones; el francés Zinedine Zidane, por 75.1 millones, y el inglés David Beckham, por el que Real Madrid desembolsó 25 millones más otros 10 en incentivos.
De esta forma, Pérez bautizó su plan de fichajes como zidanes y pavones, aludiendo a la capacidad del club blanco para invertir en la llegada de cracks, que reforzarían a los jugadores de la institución. Sin embargo, lo cierto es que el Real Madrid no ha sido capaz de explotar sus recursos propios, lo que sí ha hecho el Barcelona, como lo demuestran Xavi, Iniesta, Puyol, Valdés y Messi, con lo que el cuadro azulgrana se convirtió en el primero en la historia del futbol europeo en lograr seis títulos en una sola temporada.
Si los merengues han invertido mil 22 millones de euros, el Barcelona gastó en ese mismo periodo la cifra de 713 millones, que lo sitúa segundo en la clasificación de contrataciones.
El retorno
Aunque la salida de Florentino Pérez del Real Madrid fue algo traumática (dimitió en febrero de 2006) y una parte de la afición madrilista no le perdonaba el mal trato que dio al actual seleccionador español, Vicente del Bosque, o a jugadores como Fernando Hierro, una institución del club, o Claude Makelele, el directivo volvió a la presidencia tres años después con el propósito de batir sus récords, al menos en materia económica.
Así, el pasado verano, Pérez convirtió al Real Madrid en el club que más dinero ha gastado en una temporada: 252 millones de euros, y reventó el mercado al pagar 94 millones al Manchester United por el portugués Cristiano Ronaldo. En el presente ejercicio, gastó 54.3 millones en nuevas incorporaciones.
El Barcelona se ha visto obligado a pedir un crédito de 154 millones de euros, además de vender a Chygrynskiy por 15.3 millones y a Touré por 24 millones, y con estos ingresos la nueva directiva, presidida por Sandro Rosell, salvó las nóminas de sus empleados y jugadores, y a la vez pagó en fichajes 41 millones por el delantero Villa y 10 por el brasileño Adriano.
Es decir, con estos presupuestos algo más holgados, el Real Madrid y el Barcelona volverán a ser favoritos en las principales competiciones, sobre todo en el campeonato español, que comienza el próximo 28 de agosto.