Para un músico profesional, hoy día no basta con subir al escenario y tocar perfectamente, sino que debe ser capaz de generar proyectos, opina Antonio Tornero, director de la Orquesta Sinfónica Juvenil del estado de Veracruz (OSJEV). En entrevista con La Jornada, afirma que la falta de planeación y la fragmentación de los esfuerzos en materia cultural han impedido la consolidación de una red de orquestas juveniles en el país.

Sé que los muchachos se entusiasman mucho cuando integran las orquestas, pero después no hay programas bien definidos ni una guía continua. Llegan a tocar, pero al poco tiempo quedan en el olvido y se desinteresan, explica Tornero en conversación con motivo de la participación de la OSJEV en el Ballet Concierto Carmina Burana, o cantata profana escénica desde su visión de músico, que se realizará el 26 de septiembre en el Auditorio Nacional.

De acuerdo con el director, oriundo de Jalapa, Veracruz, y quien dirige en esa ciudad la OSJEV desde 2005, las orquestas juveniles son un eslabón en la preparación de los jóvenes músicos que formarán parte de agrupaciones profesionales. Pero además, explica, está comprobado que la educación musical en los niños sirve como entrenamiento de procesos cerebrales, cambian los sentimientos y la forma de observar el mundo, por tanto incide en la disminución de la violencia y contribuye a la integración familiar.

La Orquesta Juvenil de Veracruz agrupa a jóvenes de 16 a 30 años de edad, quienes ingresan después de una convocatoria anual a escuela nacional y audición a puerta cerrada. Importante número de integrantes, casi 40 por ciento, son estudiantes del Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz (ISMEV), que se fundó hace ocho años y del cual Antonio Tornero asumió la dirección de manera simultanea al conjunto juvenil.

No todos los profesionales se integran en las grandes orquestas, pero, ¿por qué no crear escuelas de educación inicial? Muchos de los jóvenes músicos no van a ser solistas en las grandes sinfónicas porque los lugares son privilegiados. Les hablamos con la verdad, les decimos que deben iniciar actividades relacionadas con la música en cualquier región, para que sean la semillita que tanto necesita México y exista una red, propone el ex director artístico de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.

Hay zonas con mucho talento, como en Oaxaca, donde destacan los instrumentos de alientoFoto Mónica Mateos-Vega

Ante este difícil panorama, la gestión cultural es materia de la formación profesional. Pensamos que siempre estamos pobres porque no hay dinero. Yo digo que no es tanto el dinero, sino que debe haber planeación y crear esas necesidades. Es decir, si terminaste el instituto superior de música, no te quedes esperando a que se desocupe una plaza en la sinfónica nacional o en la Filarmónica de la Ciudad de México. Tú, como profesional, puedes ir a Tlanepantla, a Naucalpan o a un pueblo y empezar a hacer una labor.

Gracias a la convocatoria nacional, los miembros de la orquesta veracruzana, quienes reciben una beca monetaria, provienen desde Sonora hasta Yucatán. Hay zonas donde hay mucho talento, comenta Tornero, quien describe que en Oaxaca destacan los instrumentos de aliento, por la tradición de las bandas, mientras en el norte, como Aguascalientes, Torreón y Sinaloa están más orientados a las cuerdas. Este fenómeno se debe a las influencias de la música tradicional de cada región.

El estrato económico de origen no es fundamental en los intérpretes, hay gente de todos los niveles; cuántas veces me he llevado una sorpresa: gente tan pobre que compra instrumentos a sus hijos y que pueden empezar su formación profesional gracias a las becas, recursos que en el caso de la OSJEV provienen del presupuesto del gobierno estatal, pero con la conformación de un patronato en planeación.

Tornero destaca la necesidad de respetar la planificación de la vida cultural, pues aún estamos a tiempo, dice, para unir esfuerzos en las políticas culturales y superar las fracciones. Por ejemplo, comenta que ha recibido invitaciones para tener encuentros con otras orquestas regionales. Confío en que cada día derrumbemos paredes que nos impiden comunicarnos y sepamos qué están haciendo en Oaxaca, en Tamaulipas, en Yucatán. Por eso es importante que cada día existan más gestores culturales, ellos serán una semilla más productiva, porque además de tocar un instrumento van a saber qué hacer.