Los integrantes de la Sinfónica Infantil de Venezuela tuvieron otra de esas mañanas fuera de lo común el miércoles pasado. Al frente, en el podio, Gustavo Dudamel sostenía la batuta, mientras el director argentino-israelí Daniel Barenboim escuchaba embelesado desde la última fila del auditorio, relatan los presentes.

Sería difícil saber quién estaba más asombrado, si los pequeños atrilistas que recibieron a Barenboim con gritos de admiradores o los miembros de la Orquesta West Eastern Divan –única en el mundo en integrar músicos israelíes y palestinos– al ver a más de 300 niños que interpretaban la Sinfonía no.1 Titán, de Gustav Mahler, describieron los testigos.

No puedo creer esto. Es una orquesta demasiado grande para ser de niños. Nunca en mi vida había visto algo así, exclamó Nadim Housini, violinista sirio.

Me quedo sin palabras

Daniel Baremboim visitó por cuarta ocasión ese país sudamericano, esta vez acompañado por su orquesta, que después de ofrecer una presentación la noche del martes, en el teatro Teresa Carreño de Caracas, acudieron al concierto en el Centro Académico Infantil de Montalbán. Una hora después, Barenboim dictó una clase magistral ante los integrantes de la Sinfónica de la Juventud Simón Bolívar, en la que dirigió la Quinta Sinfonía, de Beethoven.

Hace 10 años vine a Venezuela y escuché a unos chicos dirigidos por un joven desconocido que se llama Dudamel. Lo que hicieron me dejó impresionadísimo; ahora veo esto y me quedo sin palabras. Ojalá se vuelva más y más contagioso en el mundo, porque es un ejemplo único. Este proyecto visionario da su valor más profundo y grande a la música, señaló Daniel Barenboim, reportó la prensa local.

El maestro José Antonio Abreu, fundador del llamado milagro venezolano y ganador del Príncipe de Asturias, propuso hacer un proyecto conjunto entre el Sistema de Orquestas y coros juveniles e infantiles de Venezuela y la West Eastern Divan. A lo que el otro, también Príncipe de Asturias, respondió: La idea es naturalmente justa. Son los únicos proyectos que conozco que dan a la música ese lugar en la sociedad y que acentúan el mensaje humano de la música.

Entre los dos grandes de la música hay admiración mutua, pues mientras el director argentino-israelí dijo que espera regresar al país y dirigir a la Sinfónica Nacional Infantil, Abreu anunció la creación de una sala de conciertos con el nombre de Daniel Barenboim en el centro de Acción Social por la Música que se construye en Los Caobos, en Caracas.