El gobierno japonés debe promulgar los Tres Principios No Nucleares como ley: alcalde
Martes 10 de agosto de 2010, p. 21
Tokio, 9 de agosto. La ciudad japonesa de Nagasaki conmemoró este lunes el 65 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica de Estados Unidos, y se unió al llamado que formuló Hiroshima a un mundo sin armas nucleares hace tres días, en una ceremonia que contó por primera vez con representantes de potencias nucleares.
Un minuto de silencio se llevó a cabo a las 11:02 hora local (02:02 GMT), en memoria de las 74 mil personas que murieron cuando justo a esa hora, hace 65 años, se lanzó la bomba Fat Man.
Lo primero que el gobierno japonés debe hacer es promulgar los Tres Principios No Nucleares ( No producción. No posesión. Y no autorización a la entrada de armas nucleares a su territorio) como ley, con el fin de restaurar la confianza del pueblo japonés
, dijo el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue.
De igual manera, el gobierno debe buscar la desnuclearización de Japón, Corea del Sur y Corea del Norte, en un intento por crear una seguridad que no dependa de un paraguas nuclear
, añadió, y expuso: En Nagasaki, aún hay recuerdos y cicatrices por la bomba atómica. Hay sobrevivientes que creen que es su misión decir, para el futuro, la historia de sus experiencias, aunque continúen padeciendo un dolor físico y sicológico
.
Representantes de 32 países acudieron a la Ceremonia Conmemorativa de Paz, con lo que se registró una marca de asistencia; entre los que figuraron por primera vez embajadores de potencias nucleares como Gran Bretaña y Francia tal como sucedió el viernes cuando se cumplió el 65 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima.
El embajador estadunidense John Roos, quien el viernes acudió a Hiroshima, no asistió a la ceremonia de Nagasaki debido a problemas de horario, se informó.
Estados Unidos lanzó su primer bomba atómica contra Hiroshima el 6 de agosto de 1945, con saldo de unos 140 mil muertos; tres días después Nagasaki fue arrasada con el mismo armamento. Seis días después, Japón se rindió.
En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y aún ahora un alto número de personas desarrollaron enfermedades que se considera que están vinculadas con la exposición a la radiación producida por las bombas atómicas.