Martes 10 de agosto de 2010, p. 20
Asunción. El cáncer linfático que padece el presidente paraguayo, Fernando Lugo, está avanzado aunque es tratable con quimioterapia y tiene grado bajo de malignidad, manifestó ayer uno de sus médicos mientras el mandatario cumplía con su agenda y preparaba un viaje a Brasil para nuevos estudios. La sorpresiva enfermedad del gobernante, ex obispo de 59 años que acabó con más de seis décadas de gobierno conservador en el cuarto exportador mundial de soya, causó revuelo político por la posibilidad de que no concluya su mandato de cinco años, en 2013. Si bien la noticia sobre la enfermedad alteró el ambiente político, el vicepresidente Federico Franco, primero en la línea de sucesión, quien lleva una relación tensa con el mandatario, aseveró que no aprovecharía la enfermedad. En principio el presidente tendría que someterse a seis sesiones de quimioterapia cada tres semanas, tratamiento que, de acuerdo con los médicos, es menos agresivo que el recomendado para otros tipos de cánceres.