Se busca involucrarlos en la educación y protección de sus hijos
Viernes 6 de agosto de 2010, p. 38
La violencia al interior de los planteles de bachillerato, la incorporación a grupos de porros y el consumo de drogas y alcohol suelen ser las principales causas que alejan a los adolescentes de las aulas.
Por ello, desde hace un par de años, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) emprendió un programa para involucrar a los padres de familia en la formación académica y protección de sus hijos.
Para ello, en cada uno de los nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y los cinco del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) se dieron pláticas a los padres de familia de los miles de jóvenes que ingresaron este año al bachillerato. En los encuentros, a los jefes de familia se les informó del orgullo y la responsabilidad que implica ser universitarios.
La etapa como bachiller resulta enriquecedora y, sobre todo, formadora del carácter e identidad de los alumnos, señalaron autoridades universitarias en las charlas. Sin embargo, a esta edad los chicos también pueden ser seducidos de pertenecer a bandas de porros o por el abuso de drogas y alcohol. También, suelen ser víctimas de la violencia dentro y fuera de los planteles de bachillerato.
Para resolver esta problemática, en el taller para padres –que es parte de las primeras actividades del nuevo ciclo escolar–, los directores de cada escuela plantearon una serie de recomendaciones con las que se intenta contrarrestar estas desviacioness, así como las medidas que la UNAM ha tomado contra éstas.
“La plática fue enriquecedora. Hace varios años mi hija mayor ingresó a la prepa 7 y no nos convocaron. Ahora el más chico estará en CCH Oriente, y me encuentro con la sorpresa de un trato diferente, nos hacen partícipes de su educación, es como si en la escuela nos tomaran en cuenta”, señaló Renata Suárez, madre de Julián, alumno de recién ingreso al bachillerato.
Muchos de los padres asistentes aplauden que en la mayoría de los bachilleratos universitarios los directivos reconozcan que en las inmediaciones de los planteles existen grupos de porros que suelen intimidar a los alumnos. Es preferible que nos hablen con la verdad, así tendremos más herramientas para cuidarlos
, dijo Enrique Soto, padre de una chica que ingresó a la Preparatoria 9.
Se recomendó cuidar que los jóvenes no salgan solos del plantel, sobre todo en la noche; no permanecer dentro de las instalaciones después de las 22 horas; que denuncien cualquier abuso o delito del que sean víctimas o testigos; al salir de clases, dirigirse de inmediato a su casa y usar los medios de transporte más cercanos.