Guadalajara, 24 de julio. Chivas puso fin a medio siglo de historia en el estadio Jalisco. El correr del telón se realizó de manera deslucida tras el partido frente a Puebla, el cual concluyó en empate sin goles.

El juego resultó entretenido y tenso, pero no hubo gritos de emoción, nadie vibró en el inmueble tapatío y se extrañó la eficacia de Javier Hernández, porque Omar Bravo, quien entró en el complemento, sigue en el ayuno y está con un pie fuera de la institución. Tampoco el joven promesa Michel Vázquez logró dar respaldo a las ilusiones de quienes lo ven como el sucesor del Chicharito.

La nostalgia invadió a los aficionados que esperaban un episodio memorable en el adiós del equipo, que estrenará el viernes su nuevo estadio en partido amistoso frente al Manchester United, cotejo sólo accesible a prominentes invitados y a quienes pudieron pagar el alto costo de los boletos.

El ritmo respondió sólo en parte a las expectativas de lo que prometía el choque entre dos equipos que saben jugar con garra y corazón. Fiel a su estilo, el Guadalajara fue un equipo desbocado al frente, con sus juveniles elementos derrochando velocidad y merodeando la meta custodiada por Alexandro Álvarez, quien estuvo impasable y fue el jugador más sobresaliente del Puebla.

El guardameta camotero se lanzó certero ante un envío de Alberto Medina en el albor del encuentro. Luego, los de la franja tramitaron varios tiros de esquina consecutivos, sin conseguir nada. Chivas continuaba siendo el más peligroso, principalmente por su brío.

Al minuto 25 Omar Arellano pisó el área enemiga y fue desarmado a tiempo por Pablo Aja, quien en atinada barrida impidió que el tapatío jalara del gatillo. Enseguida, Michel Vázquez tomó la pelota, se filtró entre dos defensas y encaró al portero, quien tapó el disparo.

El técnico visitante, José Luis Sánchez Solá, sacó del campo al amonestado Alejandro Acosta e ingresó a Yasser Corona. De cualquier forma, Chivas mantuvo el pie en el acelerador y Adolfo Bautista, quien había sido amonestado por echarse un clavado, no remató bien un buen centro enviado por Omar Esparza.

El segundo tiempo no decayó en intensidad. Al minuto 48 el Rebaño tuvo una nueva ocasión, cuando Vázquez bajó con la cabeza el esférico dejándolo a modo para Bautista, quien ante la salida de Álvarez estrelló la pelota en el poste izquierdo.

Al minuto 68 Gabriel Pereyra dio media vuelta y el portero Luis Michel hizo una buena atajada.

José Luis Real ingresó a los mediocampistas Marco Fabián, posteriormente a Ulises Dávila y luego al delantero Omar Bravo. Por Puebla entraron el atacante Álvaro González y el medio Felipe Ayala.

Los bríos comenzaron a enfriarse en la recta final; sin embargo, los equipos no renunciaron a su juego ofensivo y siguieron generando al frente. El Puebla tuvo dos acciones a balón parado, pero la defensa rojiblanca impidió que culminaran en gol.