En nueve años se redujo 76.5 por ciento la superficie de cultivo de tabaco en México. Actualmente, 6 mil campesinos se dedican a esta actividad, y la meta del gobierno federal es que sólo alrededor de 3 mil se ocupen en la producción de puros destinados a la exportación, informó José Aviña, director de Competitividad de la Secretaría de Agricultura.

Con ello, dijo, se cumple el compromiso de México en el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT). Además, presentó argumentos que derrumban el de la industria tabacalera sobre la supuesta afectación que se causa al campo mexicano con la erradicación de los sembradíos de tabaco.

Al participar en el foro Impuestos al tabaco en México, mitos y realidades, el funcionario resaltó que la rentabilidad de otros productos –como el tomate y la papaya– es de hasta dos pesos (por cada uno invertido se obtiene el doble); en cambio, dijo, en el cultivo de tabaco los agricultores obtienen 1.5 pesos.

El problema es que la industria del tabaco ofrece muy buenas prestaciones a los campesinos, entre otras, seguros médicos privados y de vida, con los que logran convencerlos de mantenerse en el sector. Necesitamos el apoyo de otras dependencias para poder proporcionarles algo similar, indicó Aviña en entrevista.

Aseveró que la producción de tabaco está circunscrita a Nayarit, Veracruz, Chiapas y Guerrero. Lo más destacable es que mientras en el año 2000 se destinaban a este cultivo 22 mil 600 hectáreas, en la actualidad apenas suman 6 mil.

En tanto, organizaciones civiles dijeron que esta reducción se ha debido, más bien, a un menor interés de la industria tabacalera, pues el descenso en la extensión sembrada ocurre desde antes de la ratificación del CMCT, en 2005.