Madrid, 20 de julio. Plácido Domingo había planeado al milímetro el año en curso. Con antelación, como hacen las grandes figuras de la ópera, y con numerosos compromisos de relevancia, como sería el que en teoría iba a ser su último personaje en los escenarios, el Simón Boccanegra, de Giuseppe Verdi, en el Teatro Real de Madrid.

Pero un cáncer de colón se presentó de improviso, a sus 69 años, y tuvo que ser intervenido de urgencia en Nueva York, el pasado marzo. De esa experiencia al límite, en la que incluso se llegó a temer por su vida, el tenor sacó una conclusión: He sabido que pronto se puede terminar todo.

Plácido Domingo nació en Madrid y a pesar de su continuo ir y venir por todo el mundo, de cantar en los escenarios operísticos y musicales más prestigiosos del planeta, siempre ha mantenido una relación intensa y fraternal con su ciudad natal, donde debutó hace 40 años.

Su voz y la edad lo llevaron a plantearse, el año pasado, su retiro de las puestas en escena, de las grandes óperas de su repertorio –Wagner, Verdi, Rossini–. Así lo había planeado: despedirse de sus míticos personajes con la interpretación de un nuevo papel, el Simón Boccanegra de la ópera de Verdi, la misma que él cantó en numerosas ocasiones, sólo que interpretando a otro personaje: el caballero genovés Gabriele Adorno.

Elenco de primer nivel

Domingo ha interpretado a Simón Boccanegra en cuatro grandes teatros de Berlín, Milán, Nueva York y Londres. Ahora lo hará en Madrid, en tres funciones en las que además contará con un elenco de primer nivel: la soprano rumana Angela Gheorghiu; el barítono italiano Ferrucio Furlanetto, y el tenor, también italiano, Marcello Giordano. Con ese acontecimiento cerrará la temporada en el teatro madrileño.

La soprano rumana Angela Gheorghiu y el tenor español Plácido Domingo, ayer, durante el anuncio de la temporada de tres funciones de Simón Boccanegra, ópera de Verdi, que se presentarán en MadridFoto Ap

En rueda de prensa multitudinaria, el cantante español se mostró dispuesto a desmenuzar al personaje que interpretará, con su voz natural y asumiéndose que no es barítono ni pretende serlo. Pero antes de hablar de Verdi y su trágica historia con sus hijos, a los que vio morir, y de sus aprendizajes vitales con un personaje con tintes shakespereanos, Domingo reconoció que estuvo grave y consciente de que “pronto se puede terminar todo.

Me encuentro muy bien, pero fue un año muy difícil. Tuve mucha suerte y en cinco semanas me recuperé de la operación. Así, lo primero que quiero decir a todos es que es muy importante que se hagan los exámenes a tiempo, hay que hacerse las colonoscopias, dijo, quien también tuvo palabras de cariño y admiración para el grupo de médicos que lo atendieron en su enfermedad.

Ese aprendizaje lo ha hecho vivir las cosas con más intensidad. Desde sus viajes por Sudáfrica, para ver el triunfo de la selección de su país en un Mundial, hasta sus viajes más profesionales, como sus conciertos y actuaciones en las principales plazas operísticas del mundo.

Siempre fue una ilusión para mí hacer Simón Boccanegra. Pero no me llamo ni me considero barítono. Lo canto con la voz que tengo. He ido encontrando un color y una sonoridad que se adapta a las condiciones del personaje. Sin embargo, no pretendo ser barítono, justificó su interpretación de un personaje creado en teoría para una voz más grave que la suya.

El director de orquesta español Jesús López Cobos estará al frente de los dos repartos de la ópera en el Teatro Real de Madrid, cuyas funciones se realizarán los días jueves 22, domingo 25 y miércoles 28 de julio.