Madrid, 12 de julio. Cada jugador de la selección española de futbol recibirá 600 mil euros (754 mil dólares) en concepto de prima por haber logrado el título de campeón del orbe en Sudáfrica, cantidad que fue muy criticada semanas atrás debido a la grave crisis económica que atraviesa el país, pero este lunes no parecía exagerada para una nación envuelta en la euforia de ganar por primera vez un Mundial.

El pago prometido a los jugadores capitaneados por Iker Casillas es el más alto entre las 32 selecciones que participaron en la reciente Copa del Mundo. En caso de conseguir el título, a los españoles les seguían Argentina (520 mil euros prometidos) e Inglaterra (470 mil).

La cantidad que están a punto de embolsarse es además tres veces más de lo que cobraron en 2008 por proclamarse campeones de Europa, en Viena. Y la diferencia con el dinero que hubieran obtenido si perdían ante Holanda el domingo también es grande: habrían cobrado sólo 120 mil euros adicionales.

Los 13.8 millones que totalizan el pago a 23 jugadores saldrán de las arcas de la Real Federación Española de Futbol (RFEF); es decir, se pagarán con recursos de la entidad y procedentes de los ingresos por publicidad.

Una joven presta su piel para que escriban los nombres de los jugadores españolesFoto Ap

Cuando en mayo se hizo pública la cifra prometida a los futbolistas, hubo revuelo.

El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acababa de anunciar un drástico plan de recortes en el gasto social y reducción en los sueldos de los funcionarios para disminuir el abultado déficit público del país. Entonces la opinión pública y los medios de comunicación cuestionaron la cantidad ofrecida por la RFEF a cada uno de los miembros del equipo.

El debate llegó incluso al Congreso de los Diputados, donde el Bloque Nacionalista Gallego exigió una renegociación de la cantidad y Esquerra Republicana de Catalunya pidió directamente la supresión de un pago extra por hacer lo que se esperaba de ellos.

Yo también tengo primos y amigos que están sufriendo la crisis. No hay que mezclar una cosa con la otra, dijo aquella vez Casillas, e informó que algunos de los jugadores analizaban donar parte de sus ganancias a obras benéficas.