Kabul, 11 de julio. Mil ciudadanos afganos protestaron este domingo en la ciudad de Puli Alam, en la provincia central de Logar, por el asesinato de 12 civiles, a quienes las autoridades identificaron erróneamente como extranjeros y enviaron sus cadáveres a Pakistán.

Fuentes oficiales de la provincia sureña de Paktia informaron el sábado que 11 paquistaníes fallecieron durante el asalto a un autobús en el distrito de Samkani, pero el portavoz del Ministerio del Interior afgano, Zamara Bashary, confimó hoy que fueron 12 los civiles afganos que perdieron la vida, mientras otros dos resultaron heridos. Informó que el gobierno ya investiga lo ocurrido.

Los habitantes de la provincia de Logar aseguraron que las víctimas eran civiles afganos que regresaban al país procedentes de Pakistán. Así, unas mil personas se manifestaron en la ciudad de Puli Alam en protesta por lo ocurrido y en demanda de que los asesinos sean llevados ante la justicia.

La gente está enfadada con las autoridades en Paktia porque enviaron los cuerpos a Pakistán sin realizar la investigación pertinente, expresó Mohammad Karim, organizador de la protesta.

Ningún grupo ha asumido la autoría del ataque, pero la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) responsabilizó a los insurgentes talibanes.

Otros atentados llevados a cabo por los talibanes el sábado en las provincias de Kunduz, en el norte del país, y en Badakhshan, en el noreste, dejaron saldo de 14 policías y un funcionario provincial muertos, informaron las autoridades.

Pese a los continuos atentados y el aumento de las bajas extranjeras, la OTAN rechazó hoy que la insurgencia talibán se esté volviendo más fuerte.

En Pakistán, en tanto, aviones militares paquistaníes atacaron posiciones de los combatientes talibanes en el distrito de Orakzai, en el frontera con Afganistán, y ultimaron a 22 rebeldes.