Sarajevo, 11 de julio. Unas 40 mil personas recordaron hoy en la ciudad bosnia de Srebrenica el 15 aniversario del asesinato de unos 8 mil hombres y niños musulmanes, con una ceremonia especial en el cementerio de Potocari, en el que fueron depositados los restos de 775 víctimas recién identificadas.

Al acto asistieron el presidente serbio, Boris Tadic; el primer ministro turco, Racep Tayyip Erdogan, políticos europeos y miles de bosnios que recordaron la peor matanza cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

La presencia de Tadic fue motivo de irritación para muchos sobrevivientes, pero el presidente aseguró que quiere contribuir a la reconciliación de los pueblos y expresó su pesar a los familiares de las víctimas que fueron sepultadas hoy en Potocari.

La masacre de Srebrenica, uno de los episodios más terribles de los años de guerra con la que se desintegró la antigua Yugoslavia, se desató el 11 de julio de 1995, cuando tropas serbio-bosnias invadieron la ciudad, habitada por musulmanes, a pesar de que era una zona de protección de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Unos 8 mil musulmanes fueron detenidos, la mayoría de ellos fusilados y enterrados en fosas comunes.

Se cree que el general prófugo Ratko Mladic, quien era el comandante de las tropas serbio-bosnias responsables de la matanza y está acusado de genocidio en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), está escondido en Serbia.

El líder político serbio-bosnio Radovan Karadzic fue detenido hace dos años en Belgrado, acusado por el TPIY de ser uno los dos principales responsables, aunque la víspera fue condecorado en ausencia por su Partido Democrático Serbio para conmemorar el 20 aniversario de su fundación.

El horror de Srebrenica es una mancha negra en nuestra conciencia colectiva, indicó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un mensaje enviado a Sarajevo, en el que reclamó el arresto de Mladic.

Se asesinó a personas que creían las promesas de la comunidad internacional de que serían protegidas, aseveró en referencia a la pasividad de los soldados de la ONU.