El estado de salud de Guillermo Fariñas, sin cambios sustanciales
Lunes 5 de julio de 2010, p. 24
La Habana, 4 de julio. El canciller español, Miguel Ángel Moratinos, comienza el lunes una visita de unas 48 horas a Cuba para unir sus gestiones a las de la Iglesia católica en favor de la liberación de opositores presos.
El viaje ocurrirá dos días después de que la prensa difundió aquí una advertencia médica sobre el opositor Guillermo Fariñas, quien después de más de cuatro meses sin alimentación oral, en demanda de la liberación de los 25 disidentes más enfermos, está al borde de la muerte, amenazado por un trombo (coágulo) en las venas del cuello.
Hasta el domingo no había aquí anuncio oficial del viaje. Moratinos dijo en Madrid que espera apoyar el esfuerzo
del clero, que abrió en mayo pasado un diálogo con el gobierno, cuyo primer resultado fue la liberación de dos opositores y la reubicación de otros 12 en cárceles cercanas a sus familias.
Fariñas no registraba hoy cambios sustanciales en su situación, salvo un ligero alivio de una más de las múltiples fiebres que lo invaden, informó su hermana Raisa.
Moratinos expresó que el diálogo entre la Iglesia y el gobierno producirá resultados positivos
. Según versiones extraoficiales, el canciller español llegará a La Habana el lunes en la noche y volverá a su país al final del miércoles. Se espera que se entreviste con su colega Bruno Rodríguez y el cardenal Jaime Ortega.
El diálogo entre Iglesia y gobierno sirvió a España para lograr en junio que la Unión Europea pospusiera para septiembre la decisión de confirmar o eliminar la Posición Común, que condiciona la cooperación a cambios internos en el sistema cubano.
El nuevo plazo surgió, tácitamente, como un compás de espera de nuevas liberaciones. Esa expectativa también la había alimentado Ortega, quien después de hablar con Castro manifestó que no había fechas ni compromisos, pero que la excarcelación de opositores se estaba tratando seriamente
.
Sin embargo, Fariñas es ahora un factor de apremio. Estamos en los límites
, aseveró el sábado el médico Armando Caballero, a cargo del activista en una sala hospitalaria de terapia intensiva, en la ciudad de Santa Clara (centro).