El presidente Felipe Calderón se aprovecha de la lealtad del Ejército Mexicano para mantener su estrategia fallida en el combate al narcotráfico. Rubén Moreira, presidente de la Comisión de Derechos Humanos en la Cámara de Diputados, expuso la urgencia de contener los excesos del Ejecutivo Federal con la aprobación de la minuta del Senado en la materia.

El legislador por el estado de Coahuila conminó al Congreso a aprobar lo más rápido posible la minuta de reforma a los Derechos Humanos porque en los momentos delicados que atraviesa el país se requiere un contrapeso en materia de derechos humanos a la acción desmedida del Estado. Actualmente las violaciones a las garantías individuales son tantas que más nos vale que por el bien de México fortalezcamos rápidamente a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

–Usted habla de un tufillo autoritario -se le comentó.

–Sí, noto un endurecimiento del gobierno federal en el tema de los derechos humanos. Han sido muy desafortunados los discursos del señor Presidente de la República, y del señor secretario de Gobernación, cuando sin dar explicación y a las primeras de cambio, sin hacer indagatorias, respaldan a autoridades, a las fuerzas armadas, cuando se dice que cometieron una  violación a los derechos humanos. Lo menos que se puede esperar es una indagatoria y no que con discursos se trate de bloquear cualquier crítica, eso es bastante grave.

–¿Se coloca por encima del interés general el interés de las instituciones?

–El clima de la violación a los derechos humanos se ha disparado. El Ejército, que es una gran institución que nos defendió durante mucho tiempo de que no hubiera golpes de Estado, no está preparado para ejercer técnicas policiacas, pues desgraciadamente incurre en la violación a los derechos humanos, y hoy se le está pasando una factura política que afecta su prestigio, que le causa problemas legales.

–¿Qué significa tal exposición del Ejército Mexicano?

—Es una exposición injusta, el Presidente se está aprovechando de la lealtad de una institución para tratar de salir adelante en una estrategia fallida. Es el único ejército en el mundo que está en una guerra o lucha contra el narcotráfico: ya lo traen en labores de investigación, de persecución del delito. Es injusto. La guerra contra el narcotráfico fue planteada como una estrategia política para justificarse, y eso lo hizo un gobierno que carecía de legitimidad.

–¿Qué estrategia se debe poner en marcha para no seguir infringiendo más daño a la imagen de las fuerzas armadas?

-El Presidente nos debe presentar a los mexicanos un plan de retiro del Ejército de las calles y su sustitución por policías. Desgraciadamente ha fracasado la estrategia; En la actualidad debe haber como 90 mil efectivos del Ejército en la calle por los 30 mil que tiene la Policía Federal, y por lo tanto el cambio de estrategia se impone, pero cada día se dificulta más.