Abatido por el desastre, se suicida capitán de barco que trabajaba para la trasnacional
Sábado 26 de junio de 2010, p. 20
Miami, 25 de junio. El capitán de un barco charter de Alabama, William Allen Kruse, se suicidó de un disparo en la cabeza abatido por el derrame petrolero en el Golfo de México y sus nefastas consecuencias, con lo que suman ya 14 muertes atribuidas a este desastre desde la explosión y hundimiento del 20 de abril de una plataforma marina de British Petroleum (BP).
Kruse, de 55 años, quien trabajaba desde hace dos semanas para la empresa británica responsable del derrame, en el programa Barcos de Oportunidad para ayudar a detectar el alcance de la marea negra, fue encontrado muerto en la cabina de su barco con un arma de fuego y una herida en la cabeza, reportó la cadena televisiva CNN.
Amigos, familiares y funcionarios locales afirmaron que se trata de otra víctima trágica del desastre ambiental del vertido de millones de litros de petróleo en las aguas profundas del Golfo de México, que afecta a los estados costeros de Alabama, Luisiana, Misisipi y Florida. Dijeron estar preocupados de que otros más puedan estar sufriendo en silencio.
Hay un montón de gente que está al límite. Nos sentimos sin esperanza. Nos sentimos indefensos. No nos sentimos como que hay alguien que nos defienda
, dijo Tony Kennon, alcalde de Orange Beach, Alabama, la ciudad natal de Kruse.
Con la muerte de Kruse suman 14 las fatalidades atribuidas al derrame tras el accidente en la plataforma Deepwater Horizon, ocurrido a unos 80 kilómetros de la costa de Luisiana, cuando se produjo una explosión y después el hundimiento de la estructura en que murieron entonces 11 obreros y 17 resultaron heridos.
Otras dos personas dedicadas a labores de limpieza de BP fallecieron a principios de esta semana. Además, cerca de una veintena han resultado afectadas con diversas enfermedades en Luisiana, también por sus actividades de limpieza, según las autoridades.
Tanto BP como el gobierno estadunidense se mantienen en alerta ante el temor de que en los próximos días se genere un ciclón tropical que pueda alcanzar el Golfo de México, como prevén informes meteorológicos. Eso dificultaría las labores de limpieza de la marea negra e interrumpiría los esfuerzos por sellar la fuga de las toneladas de petróleo que diariamente fluyen hacia el océano.
El Centro Nacional de Huracanes informó que el viernes se formó la primera depresión tropical en el Atlántico, al sur de México, y que podría ingresar como tormenta tropical al Golfo de México.
El almirante de la Guardia Costera y director de operaciones del gobierno federal para enfrentar el desastre petrolero, Thad Allen, admitió en declaraciones a CNN que no hay un plan concreto para el caso de que haya que luchar al mismo tiempo contra la marea negra y un temporal. Señaló que ante cualquier suspensión de los trabajos el crudo se vertería sin control en el mar.
A 67 días del derrame, BP informó que ya ha gastado 2 mil 350 millones de dólares en las tareas de limpieza y compensaciones en el peor desastre ecológico en Estados Unidos. Esa cifra no incluye el fondo de 20 mil millones de dólares que recientemente acordó crear, ni los miles de millones de dólares que tendrá que pagar la empresa en multas.
En tanto, las acciones de BP cayeron a su menor nivel en 14 años por las preocupaciones ligadas a los elevados costos de la limpieza. El valor de mercado de la firma ha caído en 100 mil millones de dólares desde que empezó la crisis, y es ahora menos de la mitad que antes del derrame. Así, las acciones cayeron 6.4 por ciento en la bolsa de Londres y bajaron 4.7 en Nueva York.