Las personas en condiciones paupérrimas del país, las que viven en zonas alejadas, pagan más por las medicinas pues están fuera de su alcance los descuentos de 30 por ciento que, en promedio, ofrecen las cadenas de farmacias y las tiendas de autoservicio. Por ello, el establecimiento del precio único sería un beneficio para todos, aseguró Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex).

El empresario, que durante varios años ha pugnado para que se termine con la especulación en el mercado de medicamentos del país, señaló que desde 2008 existe una tendencia de varios laboratorios farmacéuticos a fijar un precio único en sus productos, el cual siempre es más bajo que el costo máximo que todas las empresas del sector están obligadas a poner en las cajas de los fármacos.

Ante la denuncia publicada en este diario (23/6/10) de que un laboratorio fijó un precio único de sus medicinas, Pascual Feria explicó que esta medida atenta contra las ganancias que durante años han obtenido las cadenas de farmacias con el conocido como liderazgo de precios, el cual consiste en ofrecer al público el costo más bajo posible, por medio de descuentos artificiales.

Acceso a los descuentos

Lo que en realidad ocurre, explicó Pascual Feria, es que el precio máximo incorpora un margen alto de ganancia, el cual es aprovechado por los distribuidores, particularmente los que compran grandes volúmenes de medicamentos y además son propietarios de alguna cadena de farmacias. Esta situación se ha traducido en que sólo 40 por ciento de los mexicanos tiene acceso a los descuentos, mientras 60 por ciento compra a precios más elevados, indicó.

Esto es resultado de que 70 por ciento de las farmacias son pequeñas y medianas empresas que no compran grandes volúmenes de medicamentos, lo que les impide acceder a bajos costos de las medicinas y, por lo tanto, tampoco los pueden trasladar a los usuarios mediante descuentos.

Sobre el tema, Rafal Gual, director de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), rechazó que el precio único implique alguna violación a la normatividad. Los laboratorios sólo están obligados a colocar en sus productos el costo máximo de venta. Por lo demás, cada empresa tiene la libertad de tomar las decisiones de comercialización que mejor le convenga dentro de lo que la ley de competencia permite.

En entrevista por separado, Pascual Feria comentó que el precio único existe en los países europeos, por ejemplo, donde se encuentran las casas matrices de varios de los laboratorios trasnacionales que operan en México. Ya se sabe que es una medida que funciona para el mercado, y de ahí, dijo, que quieran traerlo al país. El objetivo es que el costo sea el más bajo posible, con márgenes razonables de ganancia para los distribuidores y las farmacias.

El presidente de Anafarmex planteó que para evitar conflictos entre los integrantes del sector habría que crear un organismo similar al que ya existe en el sector público para acordar los precios de los medicamentos que se venden a las instituciones de salud.

Dicho mecanismo se encargaría de determinar el monto del precio único y de ganancia para los integrantes en el ámbito privado.