Miércoles 23 de junio de 2010, p. 26
Londres, 22 de junio. El gobierno británico anunció el presupuesto más restrictivo en una generación, que reducirá el gasto, elevará impuestos y creará otros, con el fin de reducir el déficit fiscal récord de 11 por ciento del producto interno bruto (PIB) a uno por ciento en cinco años. El IVA pasa del 17.5 a 20 por ciento e incluye un impuesto bancario. Las radicales medidas fueron presentadas en un presupuesto de emergencia
del gobierno formado por conservadores y liberaldemócratas seis semanas después de que asumió el poder.
A la reina británica Isabel II le será congelada su asignación anual en 2011, con lo que compartirá parte de la carga pública por el recorte de gastos más estricto en décadas. La monarca acordó que su pago anual se mantenga en 7.9 millones de libras (12.22 millones de dólares), mientras los asesores reales y funcionarios del gobierno discuten reformar el sistema, de siglos de antigüedad. Gran Bretaña enfrenta grandes recortes del gasto público y alzas de impuestos.
Analistas advierten del riesgo de que el presupuesto de emergencia
pueda llevar a Reino Unido de nuevo a la recesión, dada la escala de los recortes.