La reserva de divisas en poder del Banco de México superó por primera vez la línea de 100 mil millones de dólares, cantidad que duplica el monto de la deuda externa, una acumulación originada en el ingreso de inversión extranjera de corto plazo y el aumento en el valor de las exportaciones de petróleo.

El Banco de México informó este martes que la reserva de divisas llegó a 100 mil 96.4 millones de dólares, cantidad que superó en 9 mil 259 millones de dólares a la registrada al inicio de este año.

Es un nivel bastante satisfactorio de reservas, aseguró ayer Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México. Explicó que el crecimiento en los activos internacionales del banco central se explica principalmente por un aumento en el precio de exportación de petróleo, que se cobra en dólares, además de compra de divisas al gobierno federal por operaciones de colocación de deuda.

Parte de los dólares que han conseguido el gobierno federal y Petróleos Mexicanos nos los han vendido, dijo Carstens en declaraciones a Radio Fórmula.

Inversión en bonos del Tesoro

Al inicio de este año, la reserva internacional de divisas fue de 90 mil 837.8 millones de dólares. Desde finales de 2008, el banco central puso en práctica mecanismos de acumulación de reservas, una de las varias medidas que tomó para enfrentar la crisis financiera que estalló en el otoño de ese año después de la quiebra del gigante financiero estadunidense Lehmann Brothers.

La principal fuente de acumulación de reservas para el Banco de México son las operaciones con Petróleos Mexicanos. La empresa energética cobra el crudo que exporta en dólares y esas divisas son cambiadas en pesos por el banco central. Algo similar ocurre con las operaciones de deuda del gobierno federal. Cuando contrata un pasivo en el exterior, al ingresar esos recursos al país son cambiados a pesos y los dólares pasan a formar parte de la reserva. Una tercera fuente son las transacciones diarias en el mercado de divisas.

El banco central es autónomo desde 1994 y, por tanto, no es responsable de los pasivos del gobierno federal. La reserva de divisas es un activo que tiene su correspondiente pasivo en el balance del Banco de México.

Los recursos que constituyen la reserva internacional de divisas son invertidos por el Banco de México, principalmente en bonos del Tesoro de Estados Unidos, que ahora pagan una tasa de interés menor a uno por ciento anual. La acumulación de reservas tiene un costo, que resulta de la diferencia entre el interés obtenido por la inversión y los réditos que se pagan en el mercado mexicano, actualmente en torno a 6 por ciento.

Según estimaciones privadas, el diferencial que ahora México está pagando por tener tal cantidad de reservas ronda los 3 mil millones de dólares al año, cantidad que, de acuerdo con analistas consultados, en realidad sólo puede ser obtenida por aproximación, dado que no hay una cifra oficial al respecto. “Es como tener un seguro: cuesta dinero, pero es mejor tenerlo que no tenerlo.”

El monto de reservas es uno de los factores que en estos meses de crisis han seguido las agencias de calificación de deuda gubernamental, dado que constituyen un indicador inmediato de la capacidad de pago de los países. En la crisis de 1994-1995, México registró una disminución de su reserva de 26 mil millones a 4 mil 200 millones de dólares, mientras enfrentaba para los siguientes 12 meses vencimientos de deuda externa por 29 mil millones de dólares.

En América Latina, Brasil, país con una economía de dimensión similar a la de México, tiene una reserva internacional de 252 mil 526 millones de dólares, según información del banco central de ese país. Es alrededor de una y media veces más que los 100 mil 96 millones de dólares de México.

Venezuela, exportador de petróleo, tiene reserva por 35 mil 21 millones de dólares, poco más de un tercio de las de México, informa el banco central venezolano.

El monto de reservas que acumula el banco central viene a proporcionar confianza, es confianza sobre la estabilidad del valor de la moneda nacional, comentó ayer Carstens. Por otro lado, también hace mucho más atractiva la inversión financiera en México y también le facilita a las empresas y al gobierno mexicano obtener financiamiento en el exterior, añadió.