Londres, 21 de junio. Eminem rebosa energía. Hace un año el rapero celebró su regreso con Relapse, tras la interrupción de un lustro debido a su adicción a los somníferos y tranquilizantes. Luego siguieron dos Grammys, y su nuevo disco saldrá a la venta mañana en todo el mundo. Su séptimo álbum de estudio, Recovery, es un retorno a las sentencias firmes, no aptas para todos los públicos.

El rapero blanco de 37 años afirma que llegó a ingerir diariamente entre 10 y 20 pastillas. También tomaba metadona, narcótico para el tratamiento de la dependencia a la heroína, y en una ocasión casi llega a la sobredosis.

Eminem no es el único músico que se somete a terapia y tratamiento para combatir su adicción a las drogas o las medicinas. El capítulo más triste en ese aspecto tuvo lugar hace casi un año, con la muerte de Michael Jackson, también adicto a los analgésicos.

Eminem, cuyo nombre artístico deriva de M&M –las iniciales de su nombre de pila, Marshall Bruce Mathers III–, fue el artista de más éxito de la pasada década, con más de 80 millones de discos vendidos, pese al notable aumento de las descargas ilegales.

En realidad, no estaba previsto que el rapero sacara nuevo disco. Eminem y su colega Dr. Dee habían producido temas suficientes para Relapse, que daban para dos álbumes. Pero poco antes de Navidades salió a la venta Relapse: Refill, nueva edición del álbum-regreso, que incluía siete canciones nuevas.

Su nueva producción es tan diferente como el propio tono de Eminem: He trabajado con distintos productores para lograr un sonido variado y generar distintas sensaciones, dijo, según su discográfica.

Los 17 temas de Recovery tienen más parte cantada que los del disco anterior, y también llaman la atención los préstamos de anteriores éxitos para los estribillos, como What Is Love, de Haddaway; Changes, de Black Sabbath; Going Through Changes y Drive, de R.E.M., en Space Bound. El sencillo Not Afraid, en el que confiesa sus miedos como en una huida de su lado oscuro, se colocó de súbito en el número uno de las listas de éxitos.

Eminem se ha unido a la tendencia dominante en el ramo de colaborar con otros artistas. Para su tema Won’t Back Down fichó a los raperos sureños Lil Wayne, Rihanna y Pink. Antes de su desintoxicación había rechazado, por principios, cantar con estas estrellas.

Caótico

En su nueva etapa, el rapero parece un poco caótico y sus apariciones en público son escasas. Sin embargo, por primera vez en siete años regresará a Europa: el 9 de julio actuará en el festival Frauenfeld Open Air, en Suiza; el 10 en el escocés In The Park, y el 11 en el festival Oxigen, en Dublín.

Recovery no podría llevar un nombre más adecuado para la industria de la música, que enfrenta a alarmantes caídas en las ventas en lo que va del año.

El séptimo disco de estudio del músico de Detroit llegó este lunes a las tiendas estadunidenses, un día antes de lo previsto, después de que los temas se filtraron en Internet.

Sale a la venta aproximadamente una semana después de Thank Me Later, el debut del artista canadiense Drake, de quien también se esperan ventas sólidas.

Sin embargo, es poco probable que entre los dos puedan acabar con la sombra que se cierne sobre el sector, con ventas de discos físicos y digitales de 130.6 millones de copias de enero a la fecha, 11 por ciento inferiores a las del año pasado, lo que alarga una década de declive.

Para empeorar las cosas, el reciente repunte en las giras de conciertos, que discográficas y artistas pretenden exprimir mientras bajan las ventas de música grabada, muestra signos de debilidad debido a los altos precios de los conciertos y a la incertidumbre económica, y también se frena el crecimiento de las descargas digitales de pago.