Desde hace algunos días el Congreso Agrario Permanente (CAP) insiste en que debido a que el Acuerdo Nacional para el Campo (ANC), signado en abril de 2003, se quedó corto, a que ciertos funcionarios han malinterpretado algunos de sus aspectos y otros se han incumplido, debe firmarse con el gobierno federal un nuevo pacto rural.

Pero, para otras organizaciones como El Barzón, esto sólo es demagogia, búsqueda de prebendas presupuestales, es decir, una propuesta estéril, porque lo que se necesita es cambiar radicalmente la política agroalimentaria del país.

Alfonso Ramírez Cuéllar, líder de El Barzón, y Víctor Suárez Carrera, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productos del Campo (ANEC), señalaron en entrevistas por separado que el ANC, aunque representó un paso para empezar a levantar al campo, en los hechos no generó avance, resultó ser insustancial y un fracaso, y en ello –reconocieron– no sólo incidió la falta de voluntad del gobierno, sino también la división entre las agrupaciones campesinas, además de que no representaba todo lo que demandaba el agro.

En plática aparte, José Luis González Aguilera, actual líder del CAP, consideró que el ANC no fracasó, sólo se ha quedado corto; en su momento cumplió, pero las circunstancias han cambiado, por eso necesitamos un nuevo pacto rural.

Desglosó que ese nuevo acuerdo debe comtemplar una depuración del Procampo, que sean bajados funcionarios locales y federales de él y se incluya a quienes sí lo necesitan; que se transforme la Secretaría de la Reforma Agraria; que haya mayor equidad en la repartición de subsidios, pues mientras algunos individuos reciben 200 millones de pesos, pequeños campesinos con cinco hectáreas reciben sólo 6 mil pesos, y que el techo financiero para desarrollar proyectos por organización sea de 100 millones de pesos, entre otros aspectos.

González Aguilera aseguró que el gobierno ve con simpatía la firma de un pacto y confió en que en breve tendrán una reunión con el presidente Felipe Calderón para plantearle el asunto.

Suárez Carrera remarcó que hablar de acuerdo con el gobierno actual es una falacia, una pérdida de tiempo, porque lo que se necesita es cambiar el modelo agroalimentairo y las políticas fracasadas.

Ramírez Cuéllar aseguró que el CAP es una prolongacion del Ejecutivo federal, ellos siempre han marchado al son que les toquen, están con el gobierno en turno, antes del PRI ahora del PAN, así que lo que proponen no tiene seriedad es una simple declaración.