En un año, es posible crear una nueva sociedad fundada en la igualdad entre hombres y mujeres, sostuvo ayer la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Rocío García, quien llamó a las instituciones públicas y a la población a transformar la mentalidad y promover una sociedad en la que prevalezca el salario igual a trabajo igual, el mismo derecho de hombres y mujeres a un desarrollo profesional que concilie la vida personal y familiar, transparencia en las reglas de ascenso en empleo, educación y oportunidades y el establecimiento de programas de paternidad.

Al participar en el foro Corresponsabilidad de la vida laboral, familiar y personal, celebrado en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la titular de Inmujeres reconoció que para lograr esta transformación el cambio de mentalidad será lo más difícil, por lo que pidió reformas legales para tipificar como delito el acoso y hostigamiento hacia las mujeres, además de una mayor atención de todas las dependencias públicas a cada una de las demandas que se interpongan por este hecho.

A su vez, el director general del Servicio Exterior y de Recursos Humanos de la SRE, embajador Héctor Romero Barraza, reconoció que en el siglo reciente se han experimentado importantes y profundos cambios en la sociedad, como lo demuestra la progresiva incorporación de las mujeres a la esfera pública y al mercado laboral. Esta positiva tendencia global, dijo, ha tenido como efecto paralelo la modificación de la estructura tradicional de la familia y del trabajo en México y en el mundo.

El desarrollo armónico de la mujer no solamente es un derecho y una aspiración de todos nosotros, sino que es un elemento fundamental para contribuir al progreso de nuestra sociedad, y al promover una transformación de los estilos gerenciales del sector público, avanzamos hacia la construcción de espacios laborales con un rostro más humano, con mayor sensibilidad hacia las circunstancias personales de quienes diariamente apoyan las tareas de la cancillería en favor de los intereses de México.

Consideró que cerrar las brechas de la desigualdad que aún persisten entre mujeres y hombres, nos permite atender la necesidad de reconciliar la vida laboral con las responsabilidades familiares.