La solución para contener el embate de la delincuencia se encuentra en la aplicación contundente de la ley, en la puesta en marcha de lo que indica el artículo 89 fracción VI (suspensión de garantías), ya que el país está cayendo en la barbarie y va hacia un despeñadero, afirmó el especialista en seguridad nacional y general retirado Luis Garfias Magaña, al opinar en torno a la ejecución de 77 personas en un sólo día en México.

Especialistas en la materia, como Samuel González, ex responsable de la Unidad contra la Delincuencia Organizada, consideraron que la violencia que se ha registrado no es sólo por la inoperatividad de las instituciones encargadas la justicia y la seguridad pública, sino también por la debilidad institucional en todos los niveles y en la falta de programas educativos, laborales y desarrollo para los jóvenes de muchas comunidades del país.

El también catedrático universitario puntualizó que es necesario modificar la estrategia contra la delincuencia organizada, porque a las autoridades les falló el cálculo que hicieron, ya que no consideraron la capacidad de reorganización que tienen los cárteles, y se pensó que el asunto terminaría con sólo detener a los líderes.

Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), señaló que las autoridades deben elaborar perfiles criminológicos de cada una de las personas asesinadas para desmitificar que la gran mayoría de ellos fueran delincuentes, y conocer el entorno de cada uno para poder explicar los fenómenos de violencia e integración de los grupos criminales.

El general Garfias Magaña señaló: dice el presidente Calderón que hay que aplicar el rigor de la ley, ¿cuál ley, la de (Genaro) García Luna y sus muchachitos?, ¿hasta cuándo?, porque el país va al abismo, y el único rigor de ley que se puede aplicar para contener los embates de la delincuencia se encuentra en la aplicación del artículo 89, fracción 6, de la Constitución.

El artículo citado establece las atribuciones del Presidente de la República, y en su fracción sexta señala: preservar la seguridad nacional, en los términos de la ley respectiva, y disponer de la totalidad de la fuerza armada permanente o sea del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación.

Garfias Magaña señaló que “puede haber excesos en las tareas que realicen las fuerzas armadas en aquellas zonas donde se decrete la suspensión de garantías, pero para evitar eso y sancionar de manera inmediata a quien transgreda la ley, que participen como observadores grupos de derechos humanos.

Nunca en la historia moderna del país habían ocurrido cosas como estas, ni siquiera en los años 30, cuando la nación estaba organizándose y se vivían revueltas que se convirtieron en guerras internas: ni allí se vivieron tantas muertes en un día. Falta decisión política para aplicar la Constitución.