El gasto público para cubrir los requerimientos de servicios personales equivale a 53 por ciento de los ingresos tributarios, por lo que la iniciativa privada llamó al gobierno federal a revisar de manera exhaustiva todos los renglones del gasto gubernamental.

En un análisis difundido este domingo, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que si el gobierno federal no evita el dispendio de los recursos habrá incentivos para no contribuir al erario, y podría haber menos causantes dispuestos a pagar impuestos.

Dos semanas atrás los empresarios rechazaron una propuesta de imponer mayores cargas tributarias para generar un crecimiento económico, y en cambio solicitaron revisar el sistema tributario y la asignación del gasto público.

Ayer el CEESP señaló que un mayor cobro de impuestos ha sido hasta ahora el principal mecanismo de las autoridades para tratar de incrementar la recaudación tributaria, y criticó que el sistema fiscal sea complejo para cumplir con el erario.

Reprochó además la prevalencia de la economía informal, con base en cifras de la secretaría de Hacienda y del Instituto Nacional de Geografía y Estadística.

Al cierre del primer trimestre de 2010 Hacienda reportó 29.4 millones de causantes activos registrados, 1.2 millones de los cuales son empresas y 28.2 millones personas físicas.

Sin embargo, dijo el CEESP, el Inegi asegura que el total de unidades económicas en el país supera 5 millones, mientras la población ocupada es de 44 millones de personas.

Obviamente se deben seguir haciendo esfuerzos en materia de ingresos, pero una parte importante en este proceso es lograr que el gasto sea lo más eficiente posible; de esa forma se fortalecen indirectamente los ingresos y el beneficio para la población, en especial para la más necesitada (que) aumenta sensiblemente, afirmó el CEESP.

Para el sector privado la programación del gasto público es más importante que la Ley de Ingresos, porque refleja la responsabilidad y el compromiso de las autoridades para mejorar al país, por lo que insistió en una revisión exhaustiva de todos los rubros del gasto con el objetivo de generar ahorros o redistribuir los recursos hacia programas que promuevan un mayor beneficio a la población.

El CEESP acusó que el gasto público por servicios personales equivale a 53 por ciento de los ingresos tributarios, mientras el gasto en capital representa la tercera parte de la recaudación fiscal.

Llamó a las autoridades a evitar el dispendio en algunos renglones, como ha sucedido en los últimos años, y a revisar los programas regresivos que benefician a los que más tienen. El bienestar de la población está en función de la mejor asignación de los recursos, sostuvo el CEESP.

De no cumplir con los objetivos de la revisión del gasto público, sin duda seguirá habiendo incentivos para no contribuir al erario, y podría haber menos causantes dispuestos a pagar impuestos, expuso en el reporte.

Concluyó así que un presupuesto de egresos responsable y transparente es la mejor forma de estimular la participación de la población para ampliar los recursos públicos.