El coordinador de los senadores del PAN, Gustavo Madero, se sumó a las voces de legisladores de PRI y PRD que exigen al gobierno de Felipe Calderón que lleve a cabo los trámites necesarios para la extradición del agente de la patrulla fronteriza que asesinó al joven Sergio Adrián Hernández en Ciudad Juárez.

Es una agresión de elementos de la fuerza pública de Estados Unidos contra México y así lo debió plantear la administración de Calderón al gobierno de Barak Obama, planteó a su vez Pablo Gómez, senador del PRD.

México no puede aceptar que oficiales de Estados Unidos crucen la frontera y en territorio nacional disparen contra la población, agregó el perredista e insistió en que ha habido tibieza del gobierno federal al no haber enfocado de esa forma los hechos, ya que Estados Unidos no se siente obligado a pedir una disculpa por el asesinato de Hernández.

Gómez Álvarez coincidió con otros legisladores en que el gobierno federal debe pedir la extradición del agente que disparó y asesinó al niño de 14 años en el Puente Internacional Paso del Norte, en Ciudad Juárez. Ese recurso siempre operaría aunque no se tratara de un miembro de la Patrulla Fronteriza, porque el homicidio fue cometido en México.

En entrevista aparte, el panista Madero señaló que el gobierno de Calderón debe solicitar la extradición por los canales adecuados, a fin de que el guardia de la Patrulla Fronteriza sea juzgado en México por el crimen contra un muchacho indefenso.

No aceptamos el argumento de que las piedras son armas y que por ello se vale disparar a la cabeza de un niño de 14 años. Eso es inaceptable. Es reprobable y hay que pedir justicia, recalcó el también presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.

Entrevistado en sus oficinas –desde las que presenció, vestido con la camiseta verde de la selección nacional, el partido de México con Sudáfrica– Madero rechazó los señalamientos del perredista Silvano Aureoles sobre la falta de voluntad para aprobar el miércoles pasado, durante la sesión de la Comisión Permanente, la condena por el asesinato de Adrián Hernández.

Dijo que al dictamen que se había aprobado la misma mañana del miércoles en comisiones, se le agregaron dos resolutivos y ya no hubo tiempo de que pasara al pleno, pero el tema se retomará en la próxima sesión del órgano del Congreso. No será ya sólo la condena por el hecho criminal, dijo, sino que todas las fuerzas políticas representadas en la Permanente expresarán preocupación por la escalada de agresiones de autoridades de Estados Unidos contra migrantes.

El caso de ese joven ultimado en Ciudad Juárez y el de Anastasio Hernández, golpeado y torturado por integrantes de la migra hasta matarlo, no son casos aislados, hay una multiplicación de agresiones desde 2008. Se pedirá también al gobierno federal, dijo, para incluir un moño negro en la Bandera Nacional, como señal de luto.

Por otra parte, el Centro Católico Multimedial (CCM) consideró que si las autoridades mexicanas no lanzan un enérgico reclamo, por los asesinatos de migrantes a manos de la Patrulla Fronteriza, se corre el riesgo de que la violencia y la xenofobia se multipliquen, y agregan más tensión entre México y Estados Unidos ante la inminente entrada en vigor de la ley SB1070.

La instancia dependiente de la congregación católica Sociedad San Pablo subrayó que el asesinato de Adrián Hernández genera una situación insostenible e increpa directamente a la cancillería mexicana para responder con fuerza y exigir el pronto esclarecimiento de los recientes asesinatos de mexicanos, pues de no aclarar y deslindar responsabilidades, la frontera México-Estados Unidos se convertirá en un cementerio de odio racial.

Tras recordar la muerte de Anastasio Hernández por la golpiza propinada por agentes de la Patrulla Fronteriza en la frontera de San Ysidro, California, resaltó que el incremento de las agresiones por agentes estadunidenses ha causado este año cerca de 14 víctimas mortales.

Advirtió que que si el gobierno no exige aclaración de los hechos y castigo a los culpables no sólo se perderán más vidas, sino también los parientes de los migrantes tendrán que vivir con la más dolorosa pena por no tener justicia.

Con información de Carolina Gómez Mena