Las academias Nacional de Cirugía y Mexicana de Pediatría salieron ayer en defensa de los servicios médicos que prestó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a las víctimas del incendio en la guardería ABC. Rechazaron que hubiera negligencia y exhortaron a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a incluir en el debate los resultados del análisis realizado por la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed).

Este organismo revisó los expedientes de los niños que fallecieron a causa del siniestro en la guardería y el pasado agosto, concluyó que aparentemente el manejo fue oportuno y adecuado para los infantes que llegaron a los hospitales del instituto. Indicó que el análisis que realizó el grupo de trabajo no identificó eventos de mala práctica con consecuencias para la vida de los pacientes.

En conferencia de prensa en la que no se aceptaron preguntas, el presidente de la Academia de Cirugía, Jorge Elías Dib, dijo que algunos señalamientos en el dictamen del ministro Arturo Zaldívar carecen de elementos técnicos y científicos que los sustenten. Se desestiman las conclusiones de la Conamed, que fueron incluidas por la comisión investigadora en su informe preliminar, apuntó.

Más tarde se supo que desde el pasado martes el ex secretario de Salud y presidente de la Fundación IMSS, Jesús Kumate Rodríguez, envió al ministro presidente de la SCJN, Guillermo Ortiz Mayagoitia, una carta en la que expresa su preocupación por la interpretación que el ministro ponente hizo en su dictamen, sobre todo en lo relativo a la atención médica que se brindó a las víctimas de la tragedia.

Subrayó: no encuentro argumentación válida para concluir que el director general del IMSS (Daniel Karam) haya propiciado deficiencias en la atención médica. Lo anterior, con base en el análisis de la Conamed; además rechazó que ponga en duda la capacidad profesional del personal del instituto en el manejo de quemados.

Junto con la carta, Kumate envió al presidente de la Corte una copia del análisis de la Conamed sobre la atención que recibieron los infantes fallecidos, aunque el dictamen del ministro Zaldívar también cuestiona la calidad de la atención médica que recibieron los lesionados, alrededor de 70, algunos de cuyos padres se quejaron, entre otros agravios, de haber sido impedidos para llevar a sus hijos a otro hospital.

Kumate indicó que personalmente constató la calidad y capacidad de atención de los servicios de la Unidad de Quemados del Centro Médico Nacional de Occidente de Guadalajara, adonde fueron trasladados varios de los lesionados. Resaltó que es única en su género en Latinoamérica, del nivel de las operadas por Shriners en Estados Unidos.

Antes, en la conferencia, Elías Dib dijo que el dictamen del ministro Zaldívar que será discutido por el pleno del máximo tribunal a partir del 14 de junio contiene juicios que consideramos inapropiados, como los reclamos de padres de familia respecto a que las clínicas del IMSS donde fueron atendidos los infantes no tenían las mejores posibilidades de atención médica. “Esos testimonios son respetables, pero no una realidad.

“Incluso –apuntó– hemos podido constatar, a través de los medios de comunicación, que varios padres de familia expresaron su beneplácito por la atención recibida en el IMSS.”

A su vez, el presidente de la Academia de Pediatría, Jesús Tristán López, exhortó a los ministros para que en sus deliberaciones se guíen para encontrar la verdad por la luz de la ciencia legal, de la ciencia médica y de la ética, y así arribar a la más alta impartición de justicia.

Con información de Gabriel León