Ante el presidente Felipe Calderón, Cinthia Salazar afirmó que está convencida de que sus hijos Bryan y Martín fueron asesinados en Tamaulipas en un ataque militar. Tras recibir la promesa del Ejecutivo de castigar a los responsables, expresó su deseo de que esto sea cierto y no para callarme.

El matrimonio de Cinthia y Martín Almanza fue recibido ayer, dos meses después de la muerte de sus hijos en un enfrentamiento entre sicarios y soldados, tras efectuar gestiones en busca de que el mandatario escuchara su versión.

Concluida la reunión, que duró 45 minutos, la señora Almanza indicó en entrevista vía telefónica, dado que Presidencia informó de la visita cuando los padres ya se habían retirado de Los Pinos, que hoy ampliará sus declaraciones en la Procuraduría General de la República (PGR).

Raymundo Ramos, comisionado de derechos humanos de Nuevo Laredo, quien acompañó a la pareja, indicó que la instrucción de Calderón es que la PGR profundice la investigación para llegar a la verdad.

La Presidencia de la República añadió, por medio de un comunicado, que Calderón señaló que es de su interés conocer la verdad y está atento al desarrollo de las investigaciones que de manera objetiva y con estricto apego a la ley clarifiquen los hechos ocurridos y deslinden responsabilidades.

Le pedí que tomaran en cuenta lo que nos pasó y que les dieran su castigo, porque no se puede quedar así. No ando en busca de venganzas, simplemente me quitaron a mis dos niños (tenían cinco y nueve años de edad). Si no hubiera sido por ellos, mis hijos estarían conmigo. El no está ciento por ciento consciente que los militares fueron los que nos atacaron, comentó la madre de los niños.

Al preguntarle si Calderón estaba consciente de que los militares atacaron a sus hijos, dijo que no y que sólo ofreció castigar a los responsables.