Sociedad y Justicia
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Nos equivocaremos otra vez si lo posponemos 50 o 60 años, alerta

Propone Narro crear un proyecto de movilidad estudiantil como el europeo
Enviada
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de junio de 2010, p. 40

Guadalajara, Jal., 1º de junio. El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, afirmó que antes de que concluya esta década, América Latina deberá contar con un proyecto de movilidad estudiantil, similar al que se aplica en la Unión Europea con el programa Erasmus.

En entrevista con La Jornada, tras concluir su participación en el segundo Encuentro Internacional de Rectores Universia, aseguró que los países de la región no podemos esperar 50 o 60 años para promover un Erasmus latinoamericano; si lo hacemos –advirtió– nos vamos a equivocar de nuevo. Agregó que las instituciones de nivel superior estamos acostumbradas a mirar hacia adentro, ensimismadas, pero vemos poco de lo que pasa afuera, y podemos hacerlo sin perder nuestros propósitos principales.

En Europa –afirmó– se ha dicho con claridad que más que los discursos de los gobernantes, lo que contribuyó a generar un sentido más grande de comunidad ha sido el proyecto Erasmus. Esto es lo que debemos crear idealmente en Iberoamérica. Puede ser un gran Bolívar, un Juárez; no sé cómo podamos llamarlo, pero se trata de involucrar a toda América Latina y recuperar el sueño de muchos de sus pensadores.

Insistió en que ante las condiciones de desigualdad que imperan en las naciones latinoamericanas, no podemos ni debemos esperar a que se dé un proceso que garantice condiciones de igual desarrollo en todos los países.

Somos muchos los que creemos que México no está bien, y el mundo tampoco, porque no es un asunto sólo del país. Los humanos tenemos que hacer un alto en el desarrollo, como antes lo hicieron nuestros antepasados.

“Si no lo hacemos –advirtió– la realidad de todas formas se va a transformar, pero va a ser más duro y más costoso. Si no contribuimos a que este cambio sea en paz, con sensibilidad y pronto, nos vamos a equivocar. Los jóvenes van a tener una expresión más dura.”

Por ello, insistió en la necesidad de abrir las instituciones de educación superior al mundo iberoamericano por medio de la movilidad y el intercambio de alumnos y docentes, dentro de una tradición que viene desde la fundación de la universidad de Bolonia, en el siglo II, que aún sigue vigente en esta centuria.

Enfatizó que las universidades debemos voltear hacia arriba. Atrevernos a decir las cosas, elaborar diagnósticos reales, decir nuestras verdades y procurar, con mucho respeto, cuidado y sensibilidad, para que se escuchen las voces de quienes saben y conocen.