Antes del 27 de junio el pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) deberá ratificar o nombrar nuevo presidente. La decisión está en manos de los cinco comisionados que la integran, quienes deberán llegar a acuerdos, pues no existen reglas para la elección del comisionado presidente ni un reglamento para la operación del órgano regulador.

La moneda está en el aire y Héctor Osuna podría repetir en el cargo, al que también aspiran Gonzalo Martínez Pous y José Luis Peralta. El único que ha dicho no estar interesado en la presidencia es Rafael del Villar.

Quien se quede con la presidencia de la Cofetel tendrá como primer reto enfrentar cerca de 40 amparos presentados por distintas empresas contra las licitaciones de espectro en las bandas de 1.7 y 1.9 gigahercios (Ghz) y dar salida a ese concurso, que se encuentra en la decimoquinta ronda de subastas.

Otro pendiente cuya resolución deberá dirigir el presidente de la Cofetel es la consolidación de áreas de servicio local (ASL) que está detenida, pues Teléfonos de México (Telmex) se inconformó con el proceso.

También deberá sacar adelante el plan técnico fundamental de interconexión, al que también se oponen Telmex y Telefónica, entre otras.

Además, la Cofetel deberá dar continuidad al proceso de migración de las estaciones de amplitud modulada (AM) a frecuencia modulada (FM); resolver litigios sobre concesiones y atender el futuro del Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil.

Según el artículo 9C de la Ley Federal de Telecomunicaciones los comisionados deben ser elegidos por el Presidente de la República, ser mexicanos de nacimiento, tener entre 35 y 75 años y haberse desempeñado de forma destacada en actividades profesionales, de servicio público o académicas relacionadas sustancialmente con el sector telecomunicaciones.

El plazo para decidir si Héctor Osuna repite como presidente o si los comisionados acuerdan que sea uno nuevo vence el 27 de junio, en pleno proceso de la licitación de frecuencias para servicios de telecomunicaciones que hasta el momento lleva alrededor de 40 amparos en su contra, interpuestos por empresas como Iusacell y MVS.

Televisa, Telefónica y Megacable aún no presentan oferta económica

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) confirmó que el único participante en la licitación de la red de fibra oscura de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), denominado Grupo de Inversionistas, no presentó ninguna oferta económica en la primera sesión que estuvo presidida por la subsecretaria de Comunicaciones y Transportes, Gabriela Hernández Cardoso.

La dependencia señaló que el consorcio integrado por Televisa, Telefónica y Megacable no incurrieron en incumplimientos por lo que se espera que el próximo 7 de junio hagan su oferta, que, como se sabe, será la mínima exigida por el gobierno federal, y estimada en 884 millones de pesos.

La dependencia hizo pública el acta de presentación de propuestas económicas de la primera fase, en la que sólo acudió Luis Alberto Aziz Checa, representante de Grupo de Telecomunicaciones Mexicanas (Telefónica), Editora Factum (de Televisa) y Megacable, quien informó que no presentaría propuesta económica en esta ronda debido a que es un procedimiento permitido dentro del concurso.

Además de la subsecretaria de Comunicaciones atestiguaron la sesión el coordinador de Organismos descentralizados de la subsecretaría, José Andrés Casco Flores; el notario público 30, Rafael Coello Santos, y Arturo Robles Rovalo por parte de Transparencia Mexicana.

El Grupo de Inversionista señaló que el próximo 7 de junio presentará la propuesta económica con la que aspira a que la SCT lo dé como ganador de los dos hilos de fibra oscura de la CFE, pues es el único participante en el concurso, debido a que la dependencia descalificó a Iusatel, empresa del Grupo Salinas, con el argumento de que no cumpliría con la responsabilidad que representa tener dicha infraestructura, pues no aceptaba lo dispuesto en la bases de licitación.

La oferta que presentará el Grupo de Inversionistas ascenderá a 884 millones 360 mil 440 pesos, cantidad que comprende el mínimo que aceptaría el gobierno federal por el par de hilos, más un sobrecosto de tres por ciento que quedó estipulado en las bases de licitación en caso de que hubiera un solo participante en el concurso.