Madrid, 18 de mayo. Ante la reiterada petición del mandatario francés Nicolás Sarkozy de que su conciudadana Florence Cassez, sentenciada en México a 60 años de prisión por el delito de secuestro, sea extraditada a su país, el presidente Felipe Calderón Hinojosa volvió a rechazar esta posibilidad.

Reunidos durante la Cumbre América Latina y el Caribe Unión Europea (ALCUE), Calderón subrayó a su homólogo la importancia de que la ciudadana francesa cumpla en su totalidad con la sentencia impuesta por los tribunales mexicanos.

También recordó las diferencias sustantivas entre los sistemas jurídicos de ambos países, que impiden garantizar el cumplimiento de la pena en Francia y, en consecuencia, la imposibilidad de México para otorgar su consentimiento a fin de que Florence Cassez purgue su condena en Francia.

Sarkozy le había solicitado de nueva cuenta, según un comunicado de Los Pinos, que se aplique la Convención de Estrasburgo para que la ciudadana francesa sea trasladada a su país. El único punto en el que ambos mandatarios coincidieron fue en que la defensa de Cassez pueda agotar las instancias jurídicas a las que tiene derecho, incluyendo el amparo constitucional.

En su conversación, Calderón reiteró al presidente francés que el Poder Judicial tiene plena independencia y prometió que su gobierno dará seguimiento al proceso y que, por lo demás, la Constitución le garantiza un juicio justo y objetivo.