Dublín, 17 de mayo. El organismo encargado de proteger a los niños de la Iglesia católica de Irlanda recibió en un año casi 200 nuevas acusaciones de maltratos cometidos por curas contra menores, anunció este lunes.

El National Board for the Safeguarding of Children in the Catholic Church (NBSCCC) explicó que hasta el 31 de marzo pasado recibió 197 acusaciones por presuntos maltratos ocurridos entre 1950 y 1960.

En esas denuncias están implicados curas de 97 diócesis y 110 instituciones religiosas. Ochenta y tres presuntos abusadores ya han muerto, precisó.

En noviembre de 2009, el Informe Murphy, publicado luego de tres años de investigaciones, reveló cómo los responsables de diócesis de Dublín ocultaron abusos sexuales cometidos por sacerdotes irlandeses contra cientos de niños.

El NBSCCC subrayó que aunque los medios de comunicación centraron su atención en denuncias por abusos sexuales, muchos señalamientos comprendían también presuntos casos de maltrato físico y moral.

El presidente del organismo mencionado, John B. Morgan, calificó este año de traumatismo sin precedente para todos los católicos.

Desde el Informe Murphy las revelaciones de casos de pederastia cometidos por integrantes del clero, que la jerarquía fue acusada a menudo de silenciar, se multiplicaron en Europa y el resto del mundo, y llegaron incluso a salpicar al papa Benedicto XIV, acusado en Alemania y Estados Unidos de haber encubierto ese tipo de ilícitos.

Morgan insistió en la necesidad de adquirir un compromiso en la Iglesia católica, en todos los niveles, el cual implicaría un intenso proceso de reflexión sobre cómo ocurrieron esos abusos contra niños en Irlanda.

El análisis debería extenderse para tratar de entender y descubrir qué estructuras de la Iglesia condujeron a esa situación que se reveló ante nuestros ojos y cómo deberían modificarse, agregó.