El análisis que realiza el Instituto Federal Electoral (IFE) sobre la viabilidad del voto electrónico en México prácticamente ha entrado en su ultima etapa y se prevé que pudieran elaborarse conclusiones, en las cuales se incluya una propuesta de reformas legales al Congreso de la Unión para su instrumentación.

El presidente de la comisión especial, Marco Antonio Baños, señala que en principio, y de acuerdo con las proyecciones y análisis que se tienen, en 2012 podría haber una primera experiencia piloto.

Incluso, subraya el consejero electoral, podría analizarse la posibilidad de que la urna electrónica pudiera ser aplicable para el voto de los mexicanos residentes en el extranjero, tomando en cuenta el antecedente de la primera incursión de esta modalidad en 2006. En ese entonces se invirtieron 238 millones de pesos para que pudieran sufragar alrededor de 32 mil personas, lo que evidentemente no fue un buen saldo.

Para apuntalar los análisis, los próximos días 12 y 13 de mayo, en la sede del organismo, y del 26 al 28, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), el IFE congregará a especialistas en el tema que han participado en las experiencias exitosas que ha habido en el mundo (Brasil e India, principalmente), pero también en las tres entidades donde se ha utilizado en diversas ocasiones la urna electrónica.

En el encuentro también participaran miembros de los institutos locales de Coahuila, Jalisco y el Distrito Federal que han realizado algunas elecciones y consultas por esta vía. Incluso, señala Baños, en Jalisco se realizaron ya elecciones electrónicas en dos municipios.

Durante varios meses, la comisión especial creada para estudiar la viabilidad del voto electrónico se ha centrado en el análisis de dos experiencias internacionales exitosas. India, a pesar de ser de los países más poblados del mundo y con niveles socioeconómicos bajos, ha logrado consolidar el uso de la urna electrónica.

Baños destacó que en este caso India tiene como aportación adicional haber logrado desarrollar un prototipo de urna electrónica que tiene el más bajo costo de mercado: 300 dólares. El costo es un aspecto central en el despliegue logístico para la realización de los comicios por esta vía, por lo que ha sido un factor fundamental –según los estudios que ha realizado el IFE– para su consolidación.

En el caso de Brasil –la experiencia mas exitosa en América Latina–, este sistema comenzó a instrumentarse en 1996, de manera piloto originalmente, y después fue ampliándose hasta su consolidación.

La realización del encuentro que tiene previsto el IFE para esta semana tiene que ver no solamente con cuestiones técnicas en la logística, sino también con el marco legal en que cada uno de los países ha podido desarrollar la llamada urna electrónica.

En el caso de México, subraya el consejero Baños, no existe prácticamente ninguna alusión legal al tema, salvo el articulo 25 del decreto de presupuesto de 2010, que instruye al Instituto Federal Electoral a iniciar valoraciones sobre la viabilidad de instrumentar en el país modalidades del voto electrónico.

Es claro que se requieren reformas legales que favorezcan su aplicación, en principio de manera piloto en 2012, con miras a que en el futuro la urna electrónica pueda llegar a ser una forma de voto fundamental, dijo el consejero. Por ello, adelantó que tienen previsto concluir con una propuesta de reforma legal que sería entregada al Congreso para su procesamiento.

Por lo que hace a la logística, señaló que de los análisis realizados hasta ahora se puede anticipar la necesidad de que sea un solo modelo de urna electrónica, tanto en elecciones federales como locales. No sería viable, concluye, tener un tipo de urna electrónica en Coahuila, otro en Quintana Roo y otro a nivel federal, por ejemplo.