La trata y la explotación de personas son delitos en los que a últimas fechas también se ha involucrado el crimen organizado; sobre todo, se han detectado casos en los que participa el cártel de Los Zetas, reconoció en entrevista con La Jornada la titular de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevintra), Sara Irene Herrerías Guerra.

La funcionaria indicó que trabaja en acuerdo con la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) en los casos que tienen relación con el crimen organizado.

Siento que es reciente cuando la delincuencia organizada ha entrado a esto de la trata.

Se refirió a casos en que integrantes de ese cártel primero perpetran tráfico de personas con migrantes que pretenden llegar a Estados Unidos, y luego cometen trata cuando las entregan para su explotación, o el mismo grupo criminal las explota.

Pero la fiscal advirtió que no habla de investigaciones en curso para no echarlas a perder.

Herrerías Guerra, quien asumió el cargo en diciembre de 2009, señaló que su gestión en la Fevintra busca “orientar un trabajo coordinado con el resto de las instituciones federales y, por ejemplo, con el Instituto Nacional de Migración estamos tratando de crear protocolos de actuación; con Gobernación y otras instancias, un plan intersecretarial que incluye a la Secretaría de Turismo.

Además buscamos trabajar el fenómeno de trata de personas con las organizaciones no gubernamentales porque nos ayudan a visualizar el fenómeno, a captarlo para que lleguen las denuncias. La intención es que confíen en nosotros para darnos los casos y darles resultados.

La funcionaria, quien se desarrolló profesionalmente como magistrada y en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos antes de llegar a la Fevintra, reconoció durante la entrevista la limitación que tiene debido a que la gran mayoría de las denuncias por trata son competencia del fuero común, pero aún así hay casos que atiende la Procuraduría General de la República, ya sea en el ámbito de la delincuencia organizada a través de SIEDO o de la propia Fevintra.

Añadió: lo que necesitamos es que denuncien, que confíen en nosotros.

Agregó estar complacida de que el trabajo de la fiscalía haya dado ya su primer resultado, la primera sentencia por este delito en el fuero federal, en este caso contra una persona que explotaba laboralmente a guatemaltecos menores de edad, a quienes obligaba a realizar trabajos forzados en Chiapas.

Para la funcionaria, “el número (de delitos de trata que se cometen en México) es muy alto. Muchas de las formas están metidas en nuestra cultura: la explotación sexual que está en muchas comunidades como usos y costumbres, donde los padres pueden dar a las hijas por las condiciones de pobreza en que nos encontramos en el país. Muchas veces los papás no ven mala fe, sino que creen que de verdad si dan a su hija llegará a un lugar en donde va a tener casa y comida.

“El problema es muy grave. A veces no se visualiza que para que se cometa se realizan engaños porque muchas de nuestras niñas son captadas, por ejemplo, a través del Internet. El tratante aprovecha esa situación de vulnerabilidad cuando no hay lazos familiares y llama a sus víctimas, les ofrece mejores condiciones de trabajo o de vida; (les dicen) que van a ser modelos o artistas.

Hemos tenido casos en que llevan seis meses trabajándolas, y luego, la niña acepta, engañada, dejar su casa y va a buscar al tratante. Ese enganche se hace con engaño, son niñas que son víctimas de trata. Pero la gente no las percibe como víctimas, porque piensan que no las están coaccionando. Pero deberíamos cambiar ese pensamiento.