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Emergencia en el Golfo

El derrame de crudo puede transformarse en un desastre sin precedente, advierte Napolitano

La mancha negra ya tocó tierra en una isla de Luisiana: Guardia Costera de EU

La empresa propietaria de la plataforma Depwater Horizon aún no sabe las causas de la catástrofe

Difícil, evitar una tragedia ecológica y económica en el Golfo de México, admite British Petroleum

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El experto en derrame de petróleo Rick Steiner, de la empresa Deepwater Horizon Marine Conservationist, recoge una muestra de crudo y agua a bordo de un barco en el Golfo de México, cerca de Breton IslandFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de mayo de 2010, p. 28

Miami, 6 de mayo. La marea negra que contamina el Golfo de México tocó ya tierra en la playa de una isla de Luisiana, dio a conocer hoy la Guardia Costera estadunidense, en el primer impacto en tierra confirmado del derrame provocado tras el accidente de una plataforma de la trasnacional British Petroleum (BP), del pasado 22 de abril que dejó 11 muertos.

Los equipos confirmaron que hay petróleo en la isla Freemason, dijo Connie Terrel, oficial de la Guardia Costera, a medios de prensa. Es en la punta sur de las islas Chandeleur del estado de Luisiana, precisó.

Las Chandeleur integran la reserva natural Breton National Wildlife Refuge, la segunda más antigua de Estados Unidos.

El responsable de la comuna litoral de Plaquemines, en la zona, Billy Nungesser, había denunciado la llegada de las primeras manchas de petróleo a la costa el pasado 30 de abril.

Ahora, los nuevos informes han confirmado lo anterior, aunque aún no se ha podido determinar la densidad de la mancha contaminante ya que solamente alcanza a percibirse una especie de brillo, según Terrel.

Uno de los portavoces de la compañía petrolera británica, John Curry, dijo que tres equipos de intervención de urgencia fueron enviados a la isla, que queda a unos 50 kilómetros de la costa, y están desplegando material inflable en un intento por captar parte de la mancha negra.

La secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet Napolitano, declaró a los medios de comunicación que el derrame del crudo en el Golfo de México puede convertirse en un desastre ecológico sin precedentes.

Apuntó que el gobierno del presidente Barack Obama quiere estar preparado para enfrentar cualquier eventualidad.

La posibilidad existe aún de que esta marea negra se transforme en una catástrofe ecológica inédita. La posibilidad existe también de que sea menor a lo previsto. Pero no queremos predecir el apocalipsis a los ciudadanos estadunidenses en cuanto a las repercusiones, declaró.

Insistió en que la BP deberá pagar a fin de cuentas todos los costos que resulten del incidente y limpiar las aguas y las costas, y esperan que la estructura de acero que pondrá en marcha para contener el derrame funcione, aunque se preparan para lo peor.

La cúpula de contención de 100 toneladas –un silo blanco con un techo en forma de domo de cinco pisos de alto– fue trasladada en la barca Joe Griffin al epicentro del desastre, donde arribó este jueves, ubicada a 80 kilómetros de la costa de Luisiana, dijo el suboficial de la Guardia Costera Brandon Blackwell.

Los esfuerzos se concentran ahora en esta estructura, que iba a ser bajada al fondo del mar este jueves a unos mil 500 metros bajo la superficie, para permitir que el crudo que se escapa del pozo sea bombeado hacia un barco petrolero en las cercanías.

La laboriosa tarea de transportar el domo, descenderlo sobre la filtración y sujetarlo al barco tomará cinco días, se informó.

La BP y la Guardia Costera subrayan que la operación, que nunca se ha intentado a tanta profundidad, no necesariamente evitaría el desastre ecológico y económico que amenaza reservas naturales pantanosas y hábitats pesqueros.

La petrolera británica dijo que quería frenar un optimismo exagerado, ya que las labores serán muy complejas.

La firma, que logró sellar uno de los tres puntos de pérdida, también utiliza submarinos robotizados para monitorear el flujo de petróleo en los otros dos puntos, perfora un pozo de emergencia –un operativo que tomará tres meses en completarse–, lanza dispersantes sobre el petróleo y despliega una barrera flotante para proteger la costa.

Una preocupación es el impacto del crudo tóxico en las playas y reservas naturales de Florida, como las de los cabos y el santuario marino de las islas Dry Tortugas, que incluyen algunos de los mayores y mejor preservados arrecifes de coral en el mundo.

Esto, entre otras reservas naturales y santuarios de aves, tortugas y mamíferos amenazados también en los estados de Luisiana, Misisipi y Alabama.

Sería trágico si la contaminación todavía indirectamente afecta el coral, afirmó Diego Lirman, experto en corales en a Universidad de Miami.

Costos multimillonarios

La empresa Transocean, propietaria de la plataforma Deepwater Horizon explotada por la BP, dijo a los medios que en este momento no sabe las causas del desastre, y que tiene previsto destinar 200 millones de dólares a enfrentar sus costos.

Se estima que más de 9 millones de litros de crudo han entrado al mar desde el hundimiento de la plataforma el 22 de abril, que dejó 11 operarios muertos.

Trabajadores petroleros, voluntarios y soldados estadunidenses trabajan a contrarreloj para contener el derrame de crudo y evitar que se disemine en los principales puertos, playas turísticas, refugios de vida salvaje y áreas de pesca en el Golfo de México.

Pero el derrame ya ha afectado algunas de las áreas de pesca, de acuerdo con informes de residentes en Biloxi, Misisipi. Los habitantes temen que el daño se propague a las bahías de ostras y la comunidad pesquera.

Ya hay bastante devastación por donde van los pescadores, dijo Leonard Ball, uno de los residentes afectados.

En La Habana, autoridades cubanas descartaron que el derrame petrolero en el Golfo de México, que amenaza con causar un desastre en las costas de la región, represente un peligro para la isla.

La dirección de los vientos, la información disponible, indica de momento que el territorio nacional no sería afectado por esas manchas de petróleo, dijo a la prensa Orlando Rey, un experto del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.