La Habana, 2 de mayo. La Comisión Electoral Nacional (CEN) informó los resultados definitivos de las elecciones municipales del domingo anterior, en primera vuelta, que confirmaron una ligera baja en la asistencia a las urnas respecto de comicios anteriores y un alza en los votos blancos y anulados.

El padrón llegó a 8 millones 562 mil 270 ciudadanos, con una votación de 95.86 por ciento, según el reporte. Un 14 por ciento de los nuevos delegados a las asambleas municipales del poder popular se elegían este domingo en segunda vuelta, al no haber alcanzado más de la mitad de los sufragios en la ronda anterior.

La CEN difundió los resultados de la primera vuelta el viernes pasado, después de cotejar los datos de electores que se inscribieron el día de la votación y de quienes sufragaron fuera de su casilla, según informó la presidenta del organismo, Ana María Mari Machado.

Dentro de los rangos siempre altos de participación electoral en Cuba, la concurrencia esta vez fue casi igual que en las municipales de 2002 (95.75 por ciento) y menor que en las dos siguientes (96.66 en 2005 y 96.49 por ciento en 2007).

De los votos depositados, 4.59 por ciento fueron en blanco, un resultado mayor a los tres anteriores (2.78 en 2002, 2.64 en 2005 y 3.93 en 2007). Otro 4.30 por ciento fue de votos anulados, igualmente por encima de comicios precedentes (2.54 en 2002, 2.45 en 2005 y 3.08 en 2007).

En los resultados regionales hubo dos similares a 2007: la Isla de la Juventud tuvo la mayor proporción de votos en blanco (5.19 por ciento entonces, 6.23 ahora) y la provincia La Habana (que rodea a la capital) arrojó más boletas anuladas (5.13 hace tres años, 7.36 esta vez).

Los abstencionistas o que votaron en blanco o anularon la boleta, suman un millón 83 mil 510. Según opositores, esa es una forma de manifestar rechazo al sistema, mientras que el gobierno considera la participación electoral como un respaldo a las instituciones.

Este domingo las Damas de Blanco, esposas de opositores presos, reanudaron su habitual manifestación semanal, tras un acuerdo alcanzado con la mediación del cardenal Jaime Ortega, según informó el propio prelado.

Después de tres semanas de que el gobierno prohibió la marcha, las mujeres pudieron realizarla y seguirán haciéndolo sin tener que pedir permiso ni limitar el recorrido, como exigían antes las autoridades, indicó Ortega a la prensa.

Ortega no dio detalles, pero dijo que ese era un buen gesto del gobierno y que él estaba en la iglesia de Santa Rita, desde donde suele hacerse la caminata, como garante de la movilización, que transcurrió sin incidentes, como casi siempre en los últimos siete años.

Ortega agregó que la protesta de las mujeres es un gesto muy comprensible y muy humano, que merece un respeto, una consideración especial.