Desde hace casi tres años unos 300 jóvenes toman clases de bachillerato en cinco aulas instaladas de manera provisional en el estacionamiento de la delegación Venustiano Carranza. Provienen de las colonias Morelos, Moctezuma, Primera y Segunda secciones, Los Arenales, Magdalena Mixhuca, y de parte de la Agrícola Oriental, donde, entre otras problemáticas, existe un alto índice de violencia juvenil.

En su mayoría son estudiantes con edades de entre 18 y 25 años, que dejaron de estudiar debido a problemas económicos, de violencia, por no haber sido aceptados en otros sistemas educativos o debido a problemas en su entorno familiar, señala Susana Rangel, maestra en filosofía con especialidad en lingüística.

Relata que algunos de estos estudiantes han estado en el Reclusorio Norte, consignados por delitos como robo a transeúnte, de autopartes, riña o violencia.

Añade que el sistema implementado en las preparatorias del Gobierno del Distrito Federal ha dado resultados positivos, al convocar a los jóvenes de las citadas colonias a continuar sus estudios. Explica que uno de los mejores servicios que ofrece el centro educativo es el horario: de las ocho a las 16 horas, y de las 12 a las 20 horas.

Además, los alumnos pueden permanecer todo el tiempo en las instalaciones, debido al sistema de tutorías, que permite que los docentes acompañen a los estudiantes en la elaboración de proyectos de investigación y tareas.

La mayoría de los estudiantes se han enganchado al sistema, porque muchos fueron rechazados de otras escuelas; aquí no se hacen exámenes, no hay promedio ni edad para el ingreso, indica.

Como parte del sistema, el estudiante se califica mediante la presentación de un trabajo de investigación, el cual presenta en power point, con el cual muestran habilidades, actitudes, conocimientos y valores que aprendieron durante los seis semestres del bachillerato.

El único examen que se realiza es uno de diagnóstico de cada área, mediante el cual detectamos cuáles son sus deficiencias. La mayor parte tiene problemas de lectoescritura y razonamiento numérico; carece de habilidades de estudio o no ha llevado su plan de estudios de manera continua, indica.

En muchos casos jamás vieron un libro en sus casas; sin embargo, algunos ya lograron acceder a la Universidad Nacional Autónoma de México, a la Autónoma Metropolitana o la Autónoma de la Ciudad de México, apuntó.

La profesora explica que ese centro educativo ha resultado un servicio muy importante para la comunidad, pues entre los padres de familia de esas comunidades se ha pasado la voz del trabajo que se realiza con los adolescentes; esto ha permitido que a casi tres años de operación muchos jóvenes de esas zonas escojan esta preparatoria como la primera opción para seguir sus estudios después de terminar la secundaria.

Sin embargo, lamenta que a pesar de los logros alcanzados por la comunidad docente y estudiantil, no se cuente con espacios para hacer tareas, ni biblioteca ni cubículos para los profesores.