Dos plataformas suspenden operaciones; insuficientes, acciones para frenar el derrame
El presidente de Estados Unidos visitará hoy la zona; pescadores demandan a BP
Domingo 2 de mayo de 2010, p. 29
Venice, 1º de mayo. El derrame de petróleo en el Golfo de México, el peor en décadas en Estados Unidos, se agravó este sábado, pese a que se tomaron medidas excepcionales para contenerlo, pues ya es del tamaño de Puerto Rico. Se espera para este domingo la llegada del presidente Barack Obama a la zona.
Varias operaciones están en marcha, indicaron guardacostas y la empresa British Petroleum (BP), responsable de la plataforma que se hundió el 22 de abril y provocó una fuga de crudo que continúa.
Varios equipos trabajaron toda la noche para inyectar 11 mil 400 litros de dispersantes. Equipos de emergencia se desplazaron a las costas amenazadas para realizar operaciones de limpieza, y BP puso a disposición un número telefónico gratuito para voluntarios.
Más de 84 kilómetros de diques fueron colocados para intentar contener la mancha de crudo. Más de 3.8 millones de litros de petróleo mezclado con agua fueron retirados del mar.
Otras dos plataformas petroleras en el Golfo de México debieron detener sus operaciones por razones de seguridad y una fue desalojada.
Una parte de las aguas del Mississippi, el mayor río del país, está siendo desviada hacia los humedales para contener la marea negra, decretada catástrofe nacional
por la administración, lo que permite utilizar medios de todo el país. La prensa coincide en que la respuesta ante la catástrofe será determinante para el gobierno de Obama.
La mancha triplicó su tamaño en los últimos días a 9 mil kilómetros cuadrados, superficie comparable a la isla de Puerto Rico, según un centro de análisis de imágenes satelitales de la Universidad de Miami.
La BP proseguía sus esfuerzos por contener la fuga, dijo su portavoz, John Curry. Cuatro sumergibles tratan de cerrar la válvula de seguridad del pozo. No sabemos por qué (la válvula) no se activó
, reconoció Curry. Simultáneamente, la empresa intenta formar un gran tapón
de 70 toneladas para bloquear la salida, acción que puede durar varias semanas.
Según Obama, mil 900 funcionarios federales, dotados de 300 barcos y aeronaves, se encuentran en la zona. El mandatario estará en el lugar este domingo para apreciar la fuga de petróleo y la reacción
de las autoridades, indicó la Casa Blanca.
El presidente quiere, según analistas, demostrar que sigue de cerca la situación, cuando las críticas dirigidas a su predecesor, George W. Bush, por la lenta reacción frente al huracán Katrina en 2005 siguen estando en la memoria de los estadunidenses.
El gobierno designó este sábado al almirante de guardacostas Thad Allen para dirigir las operaciones contra la marea negra, se informó en un comunicado. Allen fue uno de los pocos funcionarios públicos en recibir elogios por su desempeño en las tareas de rescate y recuperación llevadas a cabo tras el paso del huracán Katrina, que azotó la región del Golfo de México en 2005.
Afirmó que la producción de gas y petróleo en la zona no se verá afectada ni impedirá el transporte marítimo frente a las costas del sur de Estados Unidos.
La marea negra amenaza con provocar la peor catástrofe ecológica de Estados Unidos.
Por otro lado, se han presentado al menos ocho demandas ante los tribunales de las regiones amenazadas, esencialmente por pescadores, que acusan a BP de negligencia
.