La Presidencia de la República condenó ayer la promulgación de la ley antimigrante de Arizona, por la cual, a partir de septiembre próximo, la policía de esa entidad estadunidense podrá detener e interrogar a cualquier persona sospechosa de ser extranjero ilegal.

En un breve comunicado, señaló que la criminalización del fenómeno migratorio se convierte en un obstáculo para la solución de los problemas que tienen México y Estados Unidos en su zona fronteriza común, y en América del Norte en su conjunto.

La legislación de Inmigración, Aplicación de la Ley y Vecindarios Seguros SB1070, promulgada el pasado viernes por la gobernadora de Arizona, Janice Brewer, no contribuye a la cooperación y colaboración entre ambos países, indica el boletín de Los Pinos.

Tal como hizo desde el mismo viernes la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, la Presidencia reiteró su absoluto compromiso con la protección de los derechos humanos y la dignidad de los mexicanos en el exterior, independientemente de su condición migratoria.

También señaló que el gobierno mexicano utilizará todos los medios disponibles en apoyo de los connacionales.