En el 17 aniversario luctuoso de César Chávez, líder estadunidense de origen mexicano, cientos de campesinos de la Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos (UTAF) salieron a las calles de El Paso, Texas, para repudiar la ley antinmigrante promulgada el viernes en Arizona.

Vestidos con camisas rojas, los agricultores organizados empezaron la caminata a las 9:30 horas, de su agrupación hacia la céntrica Plaza de los Lagartos de El Paso, con pancartas y cartulinas donde tildaron la ley de racista, nazi, discriminatoria y contraria a la buena vecindad.

La marcha transcurrió bajo estricta vigilancia policial y la encabezó un grupo de matachines con estandartes de la Virgen de Guadalupe y la bandera mexicana. Los inmigrantes no son delincuentes, sino gente que trabaja, y de su sueldo les descuentan impuestos, pero en vez de beneficios reciben acusaciones, reclamaron.

El activista Carlos Marentes, uno de los organizadores de la protesta, dijo que la nueva ley refleja actitudes y políticas que están llegando a situaciones muy preocupantes.

En Mexicali, Baja California, líderes del movimiento estadunidense por los derechos civiles también se pronunciaron contra la ley SB1070, cuya aprobación –dijeron– es producto de una honda crisis humanitaria.

Julia Contreras, representante en Chicago, Illinois, de la Liga de Ciudadanos Unidos de América Latina (Lulac, por sus siglas en inglés), dijo que se dará una lucha conjunta en la corte federal contra la nueva ley, y criticó al presidente Barack Obama por escatimar a los migrantes el apoyo prometido.

Estela de los Ríos, representante del Centro de Abogacía de San Diego, California, dijo que el respaldo dado a Obama resultó infructuoso, y anunció que se conformará una fuerza de resistencia para derogar la ley e impedir que la retomen otros estados.

Christian Ramírez, comisionado de Migración del Comité de Amigos Americanos en Estados Unidos, consideró deplorable que los gobiernos de Wa-shington y México se limiten a criticar la ley, como las organizaciones no gubernamentales, evadiendo la aplicación de medidas de defensa.

Recordó que la ley también fue impulsada por legisladores neonazis. Advirtió sobre los riesgos que correrá cualquier latino al transitar en Arizona luego de que dicha legislación entre en vigor, y estimó viable llamar a acciones de resistencia, como no cruzar la línea internacional.

A su vez, el gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, dijo que la ley atenta contra los derechos básicos de la comunidad hispana y puede generar un clima adverso que mermaría el intercambio económico, político y cultural de la zona fronteriza.

En Hermosillo, Sonora, Juan Valencia Durazo y Roberto Ruibal Astiazarán, dirigentes estatales de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), dijeron que de entrar en vigor dentro de tres meses, la normativa dañará las relaciones de Arizona no sólo con la vecina entidad, sino prácticamente con todo México y América Latina, reportó Notimex.