Casi un centenar de observaciones de los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados se incluyeron en el contenido de la Estrategia Nacional de Energía del gobierno federal, que fue aprobada ayer por el pleno camaral, tras un receso de 20 horas.

La minuta con proyecto de dictamen transitó de la ilegalidad denunciada por el PRD, PT y Convergencia, a la defensa del binomio PRI-PAN, que con su voto dieron viabilidad a la estrategia gubernamental que establece los criterios de la política en materia energética.

Tras reanudar la sesión del miércoles pasado, el perredista César Burelo presentó una moción suspensiva, al considerar que el pleno de la Cámara de Diputados estuvo a punto de cometer un atraco a los derechos que sus miembros por mandato constitucional le asisten, y vengo a esta soberanía a solicitar que se devuelva el dictamen donde se ratifica la estrategia nacional de energía.

En defensa de la minuta, el panista José Erandi Bermúdez refirió que por primera vez el Ejecutivo elaboró la estrategia en la que todo es perfectible: coincidimos en varias faltas y errores que se tuvieron en la Estrategia Nacional de Energía. Para ser más precisos, en el Partido Acción Nacional formulamos 66 preguntas; muchas de ellas coinciden con las 10 que presentó el PRD, con las 12 que presentó el Partido Revolucionario Institucional, con las 35 que presentaron PT y Convergencia, y tres el Partido Nueva Alianza.

Pedro Jiménez León, coordinador de Convergencia, expuso que su grupo parlamentario no puede avalar con su voto un documento que carece de soluciones y argumentos convincentes en el tema energético.

Tras casi cuatro horas de debate entre quienes pugnaban por la aprobación lisa y llana, y los que reclamaban la reposición del procedimiento dada su ilegalidad, Óscar González Yáñez, del PT, exigió al panista Francisco Javier Salazar –que funge como vicepresidente de la mesa directiva– que abandonara su cargo por violentar la ley.