Maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) consideraron como estrategia mediática las acusaciones de Rafael Ochoa, secretario general del gremio magisterial, contra Alonso Lujambio, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pues aseguraron que a la cúpula gordillista se le ha vuelto costumbre preparar el escenario para el anuncio de una negociación que nunca se traduce en mejoras laborales reales para los docentes.

En tanto, funcionarios de la dependencia afirmaron que los acuerdos con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ya están aprobados, y sólo se está a la espera de que el presidente Felipe Calderón fije la fecha para dar a conocer el pliego de respuestas en el que se prevé incluir un plan de basificación de profesores interinos en todo el país.

Francisco Bravo, secretario general disidente de la sección 9 del Distrito Federal, indicó que se ha hecho común que cada año la cúpula del SNTE busque falsas escaramuzas con las autoridades educativas para cuidar la imagen y vender a la opinión pública que busca apoyar a sus agremiados, al crear una falsa distancia con la SEP, pues al final se anuncia un acuerdo que sólo beneficia al grupo de incondicionales elbistas.

Al respecto, Pedro Ramírez Vázquez, dirigente de la sección 36, enfatizó: todo es una puesta en escena para luego anunciar con bombo y platillo un acuerdo sin grandes logros, con incrementos salariales y en prestaciones que ya pulverizó la inflación.