Opinión
Ver día anteriorJueves 25 de marzo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

¿Reforma política o gatopardismo?

Nada nuevo en la propuesta priísta

U

na vez más, como ocurre de vez en vez, se habla de una reforma política para la ciudad de México, y frente a la necesidad, unos y otros, azules, amarillos y tricolores lanzan sus propuestas con el fin de que ninguna se convierta en ley y todo quede como está.

Para ser francos, desde hace mucho la discusión sobre qué debería ser el DF, para no seguir en la indefinición que hoy se vive, se ha dado desde todos los flancos, pero nadie quiere hacer algo serio para cambiar el sino que ha marcado a la capital del país.

Esta vez se adelanta el PRI, que se ha opuesto a que el DF se convierta en otro estado de la República con todos los atributos que debería tener, y quien conoce al PRI podría decir, sin temor a equivocarse, que en la reforma que propone hay gato encerrado.

No hay mucha diferencia de lo que ya se ha hablado y escrito. La posibilidad de que quien gobierne sea el que tenga la facultad para nombrar al procurador del DF, sin injerencia del Ejecutivo federal, y otras cosas que ya se conocen, son parte de la propuesta del PRI.

Tal vez lo novedoso de la propuesta sea la relección de diputados locales y jefes delegacionales por un periodo inmediato, es decir, tres años más, pero sin profundizar demasiado parece que no hay grandes cambios en lo que ya en otras ocasiones se ha tratado de hacer.

Hay, en todas las intentonas que se han realizado, mucha tela de donde cortar. ¿Es necesaria la reforma? Sí, sin duda, y será muy bueno empezar a discutir el asunto si se quiere llegar a algo serio y cierto, pero hay quienes aseguran que se trata de dejar correr una discusión difícil para evitar que se miren de cerca otros problemas.

Una de las promesas de Marcelo Ebrard al llegar a la jefatura de Gobierno fue impulsar la constitución política del Distrito Federal, y la intención no se ha olvidado, pero los tiempos han ido posponiendo eso que en algún momento fue prioritario.

En el gobierno de la ciudad ya se tiene una propuesta, muy estudiada y bien fundamentada, para lograr que el DF camine por un sendero mucho más claro que el que se tiene, y habrá que esperar a que la gente de Ebrard quiera dar a conocer las conclusiones de los estudios que se han logrado en la materia.

Por el momento, el PRI ya lanzó su propuesta, el PAN advierte que está lista la suya, y el PRD ha elaborado una, aunque no dice si es la misma que tiene el gobierno central.

Sea como fuere el asunto ya está sobre la mesa, y no deberá ser a partir de acuerdos espurios entre partidos como se pueda hacer la reforma, sino de razonamientos claros y a favor de los pobladores de la ciudad. La agenda no es cosa nada más de los organismos políticos, es necesario el concurso de la ciudadanía para tener algo que sí represente el interés de todos, y no nada más la conveniencia de partidos.

Debemos desear buena suerte a quienes de verdad quieren dar a los ciudadanos de la capital de México los derechos que aún nos deben. Ojalá que todo el polvo que se levantará por esta perspectiva sea algo más que eso: una nube que nos impida mirar la reforma necesaria y algunos otros problemas de mayor peso.

De pasadita

Poco a poco se ha ido calentando la pista por donde deberán correr quienes aspiran a suceder a Marcelo Ebrard. Ya está listos casi todos los nombres, y aunque usted no lo crea son muchos y cuando menos un par de mujeres que se han ido labrando el camino hacia el Zócalo; tal vez en la próxima entrega ya tengamos la lista completa. Cosa de esperar unos días para ver cómo se acomodan las calabazas. ¡Que nadie se espante!