La inflación que afecta día a día el bolsillo de los consumidores está en su nivel más alto en 14 años. Es consecuencia directa del alza en los precios de gasolinas, electricidad y gas doméstico, cuya variación obedece a decisiones del gobierno federal y a un mayor costo de algunas frutas y verduras, de acuerdo con información divulgada este miércoles por el Banco de México (BdeM).

El banco central informó que en la primera quincena de marzo la inflación general, medida a través del índice nacional de precios al consumidor (INPC), fue de 0.46 por ciento, variación superior a la de 0.31 por ciento del mismo periodo del año anterior.

En los 12 meses anteriores la inflación general fue de 5.06 por ciento, que superó el alza de 4.8 por ciento a los salarios mínimos –indicador de referencia en el mercado laboral– que entró en vigor en enero pasado.

La inflación general de la primera quincena de este mes fue consecuencia de un aumento en las cotizaciones de los bienes y servicios administrados y concertados, como son los energéticos, y por frutas y verduras.

El Banco de México utiliza el concepto inflación no subyacente para medir el precio de un conjunto de genéricos que tienen un comportamiento más volátil, pero son de consumo generalizado. Éstos son: gasolina, gas doméstico y electricidad; transporte local, foráneo, tenencia y licencias, y un conjunto de 35 productos agropecuarios como jitomate, cebolla y tomate verde, que también son de consumo generalizado y cuyo precio está sujeto a variaciones de temporada.

La variación de los productos que integran el índice no subyacente tiene impacto directo en el bolsillo de los consumidores, por tratarse de bienes indispensables como el transporte o los alimentos. En la primera quincena de marzo la inflación no subyacente se ubicó en 1.21 por ciento, cifra que multiplicó por cuatro la del mismo mes de 2009 y que, informó el banco central, fue la más elevada de los últimos 14 años.

En cambio, la inflación subyacente, que excluye de la medición el precio de bienes, servicios y productos más volátiles, fue en la primera quincena del mes de 0.18 por ciento, menor a la del mismo periodo de 2009, cuando se situó en 0.29 por ciento.

El registro de la inflación subyacente permite medir la tendencia del comportamiento de los precios a mediano plazo.

Punto clave de lo ocurrido con la inflación en la primera quincena del mes fue el comportamiento del precio de bienes agropecuarios, comentó Eduardo González, analista de Banamex.

El precio del jitomate subió 50 por ciento en la primera quincena del mes, lo cual significó una contribución de 0.20 puntos porcentuales a la inflación del periodo, explicó. Ello contribuyó a que el incremento anual en precios de frutas y legumbres alcanzara 25.5 por ciento, su mayor alza desde la primera quincena de octubre de 2006, cuando fue 27.9 por ciento anual. Probablemente una parte de este movimiento se revertirá a corto plazo, añadió.

Con el dato de la primera quincena de marzo la inflación en los 12 meses precedentes llegó a 5.06 por ciento, en la parte alta del intervalo calculado para 2010 por el banco central para el año, que es de entre 4.7 y 5.2 por ciento.

La inflación de los últimos 12 meses ya es superior al incremento de los salarios mínimos, que para 2010 fue de 4.85 por ciento y entró en vigor el primero de enero pasado.

En el último año los aumentos salariales han corrido detrás de la inflación. Así, mientras el INPC registra en los 12 meses anteriores un variación de 5.06 por ciento, las frutas y verduras aumentaron su costo al consumidor en 25 por ciento y el conjunto de los bienes agropecuarios lo hizo en 9.8 por ciento, según datos del banco central.