Conmemoran matanza que marcó la lucha contra el apartheid
Lunes 22 de marzo de 2010, p. 31
Johannesburgo, 21 de marzo. Residentes de Johannesburgo marcharon este domingo para exigir vivienda, empleo y servicios básicos, en una jornada que obligó al vicepresidente Kgalema Montlanthe a pedir el cese de las manifestaciones violentas que comenzaron hace dos meses.
En el 50 aniversario de la matanza de Sharpeville, que atrajo la atención mundial sobre el apartheid en Sudáfrica y un movimiento de rechazo a esa política, derribada años después por Nelson Mandela, Motlanthe dijo que podía aprenderse una lección de aquellos manifestantes que no quemaron libros ni saquearon instalaciones públicas.
Ellos marcharon pacíficamente a las estaciones de policía para entregar sus libretas de pase: símbolos de la esclavitud. Ahora, en una era democrática, los insto a usar las instituciones democráticas disponibles para presentar sus quejas y demandas
, expresó Motlanthe.
La matanza de 69 personas ocurrida el 21 de marzo de 1960, muchas asesinadas por la espalda por la policía, llegó luego de una protesta contra leyes que obligaban a los negros a llevar consigo libretas de pase o documentos de identidad en cualquier momento.
La matanza fue considerada un punto de inflexión en la lucha contra el apartheid, ya que el Congreso Nacional Africano abandonó las protestas no violentas y lanzó una ofensiva armada contra la minoría blanca que gobernaba el país.
Analistas dicen que las protestas de pobres y desempleados sudafricanos que viven en chozas casi 16 años después de la caída del apartheid podrían intensificarse de cara al Mundial de Futbol que tendrá lugar en Sudáfrica del 11 de junio al 11 de julio.
El gobierno espera que la Copa del Mundo –la primera que tendrá sede en África– inyecte miles de millones a la economía sudafricana, luego de haber invertido enormes sumas en infraestructura.
Analistas del Bank of America-Merrill Lynch estiman que el Mundial podría brindar alrededor de mil 100 millones de dólares a la economía del país.
Motlanthe reiteró que el gobierno tiene la intención de mejorar las vidas de millones de sudafricanos pobres.
Dejamos claro que nuestro gobierno democrático nunca ignorará la difícil situación de los pobres, aquellos sin resguardo, sin medios para la educación, aquellos que sufren de abusos y abandono
, remarcó el funcionario.
El presidente Jacob Zuma, quien prometió mejorar la vida de los pobres cuando hizo campaña para las elecciones de abril pasado, enfrenta una batalla cuesta arriba para cumplir sus promesas poco después que Sudáfrica salió de su primera recesión en 17 años.