La rendición de cuentas en los municipios es frágil, no toma en cuenta al ciudadano, carece de relación con el desempeño y los resultados y, aunque responde a todo un entramado de reglamentos y leyes para cumplir con controles externos, cuando llega a la secretarías de Hacienda o Desarrollo Social (Sedeso), no pasa nada: sólo se ponen ligas a una gran cantidad de reportes y ahí se aglutinan.

Esto lo advirtió el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Guillermo Cejudo, en el foro Transparencia en el gasto de los municipios.

Al respecto, la comisionada del Instituto de Acceso a la Información Pública del DF (Info-DF), Areli Cano, destacó: es apremiante armonizar los criterios de homogeneización de presupuestos y generar recursos y facultades para que la Auditoría Superior de la Federación revise los procedimientos de los municipios. Es un riesgo inminente que ante la debilidad de la fiscalización se use el gasto público en fines distintos a los originalmente establecidos.

En la tercera mesa del seminario, titulada Propuestas para una efectiva transparencia presupuestaria, organizado por el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) e Info-DF, funcionarios, académicos y expertos coincidieron en señalar que la transparencia en el gasto de los recursos de los municipios es un largo camino por recorrer, debido a que persiste una cultura de opacidad.

Cejudo advirtió que nuevas obligaciones impuestas a los municipios –gran cantidad de leyes y reglamentos federales y locales– causan descuido en la rendición de cuentas.

Peor aún cuando las alcaldías carecen de contralorías, y cuando existen se integran por un contador y su secretaria, sin tecnología ni capacidad económica.

Todo deriva en una rendición de cuentas frágil, que suele no tener al ciudadano como destino final y se concentra en el ejercicio del gasto sin relación con el desempeño y los resultados.

Wilfrido Martínez, subtesorero del municipio de Guadalajara, demandó establecer mecanismos para transparentar la entrega-recepción de una administración.

Explicó que al llegar un gobierno priísta, se percató que los panistas gastaron 50 millones de pesos en una obra cuyo costo original era de 17 millones, y lo más grave es que se efectuaron obras obsoletas, como el encarpetamiento de calles donde faltaron alcantarillas y se taparon cocheras.

Ricardo Jiménez, director del Centro de Servicios Municipales, dijo que la transparencia no se dará en automático, debido a las limitaciones ligadas a intereses partidistas y la falta de una cultura para generar y dar información.

La comisionada del IFAI María Elena Pérez-Jaén advirtió que la coordinación fiscal mexicana está generando incentivos perversos para evitar la rendición de cuentas.