Incluso con la caída de 15 por ciento en los flujos de remesas en América Latina durante 2009, México se mantiene como el principal receptor de estos recursos en la región, revela un informe divulgado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). México concentró 36 por ciento, equivalente a 21 mil 100 millones de dólares, de un total de 58 mil 800 millones de dólares captados por este concepto.

A diferencia de algunos países sudamericanos y caribeños que reciben envíos de dinero de sus emigrados en distintas regiones del mundo, todas las remesas a México provienen de Estados Unidos, el primer país golpeado por la crisis global. Las remesas a la región bajaron de 69 mil 200 millones de dólares alcanzados en 2008, a 58 mil 800 millones en 2009.

El año pasado marcó la primera vez que las remesas se redujeron en relación con el año previo, desde que el Fomin comenzó a analizar estos flujos en 2000. Hasta 2009 el crecimiento promedio anual fue de 17 por ciento, aunque comenzó a frenarse en 2006 y se redujo considerablemente a partir de 2008, cuando la crisis económica global afectó el empleo y los ingresos de emigrados en países como Estados Unidos, España y Japón.

El informe del Fomin destacó que los flujos de remesas a América Latina y el Caribe, tomados en su totalidad, comenzaron a estabilizarse en el último trimestre de 2009. Otros datos sobre empleo en países fuentes de remesas sugieren que la tendencia declinante se está agotando.