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Reitera su condena a los abusos perpetrados por el fundador de la Legión de Cristo

Chantaje burdo, la denuncia del hijo de Maciel, señala la jerarquía eclesiástica

Minada, la autoridad de la Iglesia, señala el vocero de Católicas por el Derecho a Decidir

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En imagen del 21 de abril de 1997, Norberto Rivera Carrera, cardenal en la actualidad; Jerónimo Prigione, ex nuncio apostólico, y Marcial Maciel. El vocero de la arquidiócesis de México descartó que el primero haya solapado al fundador de los legionariosFoto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Viernes 5 de marzo de 2010, p. 10

Luego de que la Legión de Cristo señaló que uno de los hijos mexicanos de Marcial Maciel solicitó el pago de 26 millones de dólares por su silencio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la arquidiócesis de México condenaron la demanda, calificándola de extorsión y chantaje burdo.

No obstante, dejaron en claro que ello no implica que no sean condenables los abusos sexuales perpetrados por el fundador de la citada congregación.

Manuel Corral, secretario ejecutivo de relaciones públicas de la CEM, indicó que pedir dinero a cambio de silencio es una falta de ética tremenda, es de mal gusto y es un chantaje burdo pedir dinero para callar.

Añadió que cuando hay pesar lo que se busca es compresión y justicia, pero si pones por delante el dinero, ¿dónde queda el dolor? Pareciera que éste no te interesa tanto, sino el materialismo.

Serias dudas

En entrevista aparte, Hugo Valdemar Romero, vocero de la arquidiócesis de México, señaló que al demandar cantidades exorbitantes de dinero a cambio de silencio los hijos de Maciel sólo pierden autoridad moral y generan serias dudas, y quedan en entredicho sus denuncias.

Insistió en que en casos como ése se debe hacer justicia y resarcir el daño.

El religioso recordó que en Estados Unidos denunciar este tipo de abusos se ha convertido en un negocio, y criticó que en México pudiera darse esa situación, porque una cosa es el reclamo de justicia y otro la comercialización de la justicia.

Tras señalar que los abusos perpetrados por Maciel causan enorme daño a la Iglesia porque la pederastia es condenable e injustificable, remarcó que ante la gravedad de los hechos la única respuesta eclesial debe ser contundente y sin tibieza, nada de tomar esto a la ligera, para así limpiar a la institución de depredadores y de gente que no se encuentra bien de salud sicológica.

El teólogo José Guadalupe Sánchez repudió la doble moral que maneja la Iglesia, pues demanda el respeto a sus derechos, pero no los cumple dentro de la institución.

Sánchez, vocero de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, aseveró que estas acusaciones minan la autoridad de la Iglesia católica para cuestionar temas como el derecho de parejas homosexuales a adoptar niños, y apuntó que las autoridades deben investigar estas conductas tipificadas como delitos.

Sostuvo que ya es hora de que la jerarquía católica asuma su responsabilidad y aplique un castigo ejemplar a los legionarios y a todos aquellos sacerdotes que incurran en pederastia.

Dicha sanción debería incluir la reparación del daño a las víctimas y la entrega de los presuntos responsables a las autoridades judiciales, abundó.

Expuso que con la denuncias de los hijos del fundador de la congregación lo que corresponde es la suspensión a divinis (impedimento para el ejercicio del sacerdocio) de quienes hayan estado involucrados o conocieran del asunto sin denunciarlo.

Valdemar también descartó que el cardenal Norberto Rivera Carrera haya solapado a Maciel.

Subrayó que la Legión de Cristo es parte de la Iglesia, parte de nosotros, pero es una congregación de derecho pontificio, por lo cual dependen directamente de Roma y el cardenal no tiene ni ha tenido autoridad sobre los legionarios.