Expresan otra vez su petición de perdón
a afectados por el fundador de la congregación
Viernes 5 de marzo de 2010, p. 9
La Legión de Cristo difundió que Raúl González Lara, uno de los hijos de Marcial Maciel, exigió 26 millones de dólares como herencia y compensación por los abusos sexuales que sufrieron él y uno de sus hermanos.
En documentos divulgados para sustentar que existen intenciones de extorsión en la denuncia presentada el miércoles en un programa radiofónico, se admite explícitamente que los hermanos González Lara son hijos del fundador de esa congregación.
En un texto dirigido a la opinión pública –con fecha de ayer– y en reacción a la entrevista que concedieron los descendientes de Maciel, el rector de la Universidad Anáhuac, Jesús Quirce Andrés, admite las conversaciones que tuvo con Raúl, y apunta textualmente: a mí nunca me refirió que había sido objeto de abusos por parte de su padre
.
Sin embargo, el único texto donde explícitamente se menciona que los hijos de Maciel solicitaron a la congregación 6 millones de dólares, producto de un fideicomiso que les habría dejado su padre, y 20 millones de dólares más como compensación
por sus sufrimientos, es el que en enero pasado envió el sacerdote Carlos Skertchly, procurador general de la congregación, a Raúl González.
Petición ilícita
Así, un día después de que esta otra familia mexicana de Maciel, acusado de abusar sexualmente de seminaristas, revelara que éste también vejó a sus hijos José Raúl y Omar González Lara, los legionarios difundieron textos para respaldar lo que consideran un intento de chantaje.
En la carta, Skertchly recuerda a Raúl: “el día 8 de enero por la tarde recibí tu llamada telefónica en la que me confirmaste tu petición, afirmando: ‘si ustedes me dan el dinero, callo la verdad’, y pediste una respuesta para el próximo día 13, a más tardar”.
En respuesta, escribe: no podemos en modo alguno ceder ante la petición de pagar dinero a cambio de silencio. Si bien valoramos todo el dolor y sufrimiento que nos has relatado y deploramos el mal que pueda seguirse del escándalo, no acogeremos nunca peticiones de este género, que, además, son ilícitas. Preferimos buscar y afrontar la verdad, por dolorosa que sea
.
Pese a lo anterior, en un comunicado difundido ayer por la mañana –una vez que el miércoles mantuvo total silencio– la Legión de Cristo subraya que reconoce y comparte el sufrimiento y pena de los miembros de la familia González Lara
.
Asume las difíciles circunstancias que ha vivido y está viviendo
dicha familia, aunque ahí mismo la congregación acepta que en los últimos años hemos ido conociendo progresivamente, con sorpresa y con gran dolor, aspectos ocultos de la vida del P. Maciel
.
La congregación reafirma su compromiso por hacer la verdad en la caridad
, y otra vez externa su petición de perdón a las personas afectadas por todo el sufrimiento causado y por el escándalo que se ha seguido
.
Algunos sectores de legionarios aseguraron ayer –con la petición de mantener el anonimato– que la revelación de la familia de Maciel fue sólo una venganza ante la negativa a entregar el dinero demandado.
Quirce asegura en su escrito que Raúl González grabó las conversaciones que mantuvieron, lo cual me sorprende y me desilusiona
, pues él mismo solicitó absoluta reserva y discreción
.
Refiere que durante un año tuvo pláticas con Raúl González, en las que me mostré empático y traté de entender su realidad. Para mí fue una sorpresa dolorosa enterarme de esta situación. Procuré apoyarlo en todos los sentidos, creí en su palabra y en sus buenas intenciones
.
Los mismos documentos ponen en evidencia que la Legión de Cristo sabía, por lo menos desde 2008, de la existencia de los hijos mexicanos de Maciel, pues en el texto Quirce Andrés refiere que González le manifestó en octubre de ese año la intención de Maciel de dejarles a él, a su hermano menor y a su madre un legado de 6 millones de dólares en un fideicomiso.
A su vez, Skertchly pide en su carta a Raúl González reflexionar
sobre su postura, para lo cual, añade, la Legión de Cristo está dispuesta a acompañarlo y ofrecerle el apoyo pastoral que estés dispuesto a recibir
.